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En el departamento de Tarija son 10 a 15 las familias que deben lidiar con el costo y tratamiento de cáncer; incluso algunas familias son desintegradas debido a que si un niño es diagnosticado con la enfermedad, debe recibir tratamiento acompañado de su padre o madre, descuidando al resto de su familia.

“En nuestra ciudad continuamos en absoluto abandono, es por esto que tenemos que migrar a ciudades del eje central como La Paz, Cochabamba o Santa Cruz”, manifestó una voluntaria de la fundación “Luz de Esperanza” que trabaja apoyando a niños y niñas que sufren esta enfermedad.
Son nueve los casos que se presentan en la ciudad de Tarija, cinco migraron a otros departamentos para ser tratados y cuatro niños son los que permanente hacen el continuo traslado para proseguir con el tratamiento.
Sonia Figueroa, tras vivir tres meses en la ciudad de La Paz debido a los tratamientos que su hija debía recibir, ahora relata que cuatro años pasaron desde la muerte de su pequeña y la petición que tiene junto a las 15 familias es que Tarija cuente con un pediatra oncólogo, “es cuestión de voluntad hacer los convenios correspondientes; el cáncer infantil existe y en Tarija existimos familias que día tras día luchamos con esto”, expresó.
Por su parte, la directora de Aldeas Infantiles SOS Tarija, Patricia Serrano manifestó que como sociedad civil, públicos y privados se debe se debe trabajar con el efecto emocional que se da en este tipo de núcleo familiares, por lo tanto esta institución será la que apoye a las familias que sufren este caso, considerándolo en las acciones de exigibilidad junto a la Red por el Derecho a Vivir en Familia.

mg