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Según los datos del Banco de Sangre de Tarija, un 30 por ciento de las personas que acuden a esa institución o a las campañas para ser donantes son excluidos, pues son portadores de alguna enfermedad. La Sociedad Boliviana de Salud Pública advierte que ese porcentaje puede aumentar porque aún no se hace exámenes de todas las patologías frecuentes en el departamento.

Los datos muestran que Tarija está por encima del promedio del resto de los países de América Latina, que es diez por ciento.
El director del Banco de Sangre, Etzel Arancibia, indicó que la principal causa de exclusión es la enfermedad de chagas, que en el departamento es un mal prevalente, después están las causas de anemia, alcoholismo e infección de trasmisión sexual, entre otras. 
En ese sentido, el funcionario señaló que las personas son excluidas por alguna causa médica, pues en el Banco se procesan el líquido vital y se excluye a aquellos que tienen algún comportamiento con alguna enfermedad, por lo cual la sangre es segura.
Para el vicepresidente de la Sociedad Boliviana de Salud Pública, Walter Santa Cruz, un 30 por ciento de exclusión por enfermedad es elevado, además de que todavía no se tiene reactivo para la chikungunya, zika y dengue, por lo que el porcentaje puede elevarse. 
“Se usan determinados reactivos para diagnosticar en laboratorio el chagas, el VIH/SIDA y otras enfermedades, pero no de todas. Cuando se tenga de todo el espectro con seguridad aumentará a un 50 por ciento los excluidos-comentó el especialista- eso nos habla que prácticamente la mitad de la población está infectada de cualquier mal y no puede donar sangre”.
El galeno sabe que para esta problemática no habrá una solución inmediata, porque hay pacientes con enfermedades crónicas que la padecen de varios años atrás, pero considera que sí se puede comenzar a trabajar para que las nuevas generaciones ya tengan la plena seguridad de una donación de sangre, y que ésta no esté infectada.

Stock limitado 
Hasta el 15 de febrero el Banco de Sangre se quedó con 30 unidades, la cual iba ser fraccionada, pues la demanda por día en el departamento varía entre 15 y 20, la situación se complica cuando son grupos sanguíneos difíciles de conseguir. 
Durante los días de Carnaval hubo una demanda de 295 hemocomponentes en todo el departamento, y se logró cubrir toda la demanda. Se hizo una colecta el pasado domingo con una iglesia y el resto de la sangre fue por reposición y donantes voluntarios que acudieron hasta la institución.
Después de la sustracción de la sangre, en el proceso se saca cuatro hemocomponentes, pero no todos son requeridos con la misma frecuencia, y éstos también tienen un tiempo de vigencia. 
Los cuatro hemocomponentes son: paquetes globulares, concentrado de plaquetas, plasma fresco, y el crioprecipitado.
El último componente es utilizado para la hemofilia, si el paciente quiere recuperarse, por cada diez kilos se necesita una unidad. Si un paciente pesa 70 kilos, por ende necesita siete unidades, pero una persona puede donar una sola unidad.
Pero los más requeridos son los paquetes globulares y las plaquetas, que son utilizados cuando una persona se desangra, por cualquier motivo. Uno de los factores son los accidentes de tránsito. 
Prueba de ello es que según el reporte del Hospital Regional San Juan de Dios (HRSJD), los accidentes de tránsito ocupaban el primer lugar en lo que refiere a las atenciones por emergencia que realiza el nosocomio. 
Según el Banco de Sangre, el 70 por ciento de los requerimientos es del Hospital San Juan de Dios. La escasez de sangre salta a finales y comienzos de cada año, pues como las universidades e institutos están de vacaciones, no hay lugares de afluencia para realizar colectas.

mg