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La defensa de las víctimas de Octubre Negro terminó ayer su ronda de testigos en el juicio civil que se desarrolla en Florida, EEUU, con la presentación del exalcalde de La Paz Juan del Granado, quien ratificó que el exministro Carlos Sánchez Berzaín le dijo que para solucionar el conflicto puede haber “5 o 50 muertos” y aseguró que el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada no tenía intención de dialogar.

Según fuentes que siguen el caso, la declaración de Del Granado comenzó a las 9:00. Luego de dar información sobre sus funciones y datos administrativos de La Paz, el exalcalde dio detalles de sus actividades durante los días de Febrero Negro. Contó que el 12 de febrero fue a entregar una obra en un barrio de la ciudad y que, al pasar por plaza Murillo, vio disturbios.

Luego contó que, tras una reunión de emergencia con su equipo, decidieron tomar contacto con el Gobierno de Sánchez de Lozada para ver qué soluciones se estaban planteado para el conflicto. Explicó que tomó contacto ese mismo día a las 17:30 con Sánchez Berzaín y le dijo al entonces ministro de Defensa que ya había cinco muertos en el conflicto. Entonces, según el relato de Del Granado, Sánchez Berzaín le respondió que “hay cinco muertos y puede haber 50, pero esto hay que solucionarlo y esto tiene que parar”.

Los abogados preguntaron si se reunió otras veces con Sánchez de Lozada, y Del Granado contó que entre marzo y abril de 2003, tras una reunión de alcaldes, el entonces presidente le convocó a una sala y le preguntó sobre su percepción de la coyuntura. Del Granado contestó que había que hacer grandes cambios y que para ello debe haber una Constituyente. Goni le contestó “¿Estás loco?”.

Luego, los abogados de las víctimas le preguntaron sobre octubre de 2003. Contó los problemas, bloqueos, dificultades de transporte y dijo que el 10 u 11 de octubre, aunque no precisó bien la fecha, lo llamaron a Palacio Quemado y le dijeron que se había designado a dos ministros para el diálogo, Mirtha Quevedo y Guido Áñez. Ambos, más Del Granado, fueron a El  Alto para dialogar con los dirigentes Rufo Calle y Felipe Quispe, líderes de las movilizaciones. Luego, los ministros salieron diciendo que iban a consultar los avances con el presidente Sánchez de Lozada. Más tarde, según del Granado, Añez lo contactó por teléfono y le dijo que hay malas noticias, que Sánchez de Lozada no quiere diálogo.

Luego, Del Granado contó que le llamó el ministro José Justiniano para pedir diálogo, pero éste le respondió que se contacte directamente con Sánchez de Lozada. Del Granado llamó varias veces, pero el mandatario no contestó.

Luego, el sábado 11 o 12 de octubre, aunque no logró precisar una fecha, fue con Luis Revilla, entonces secretario de Gobernabilidad, a hablar con los ministros Yerko Kukoc y Luis Harb, a quienes expresó su preocupación. Según relató Del Grando, Kukoc le dijo que no tenía poder y que en el Gobierno se había aprobado la línea de mantener el orden y la legalidad.

Según la fuente, el juez le pidió varias veces a Del Granado que no emita juicios de valor y que cuente sólo los hechos de los que fue testigo directo.///