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El criterio de que Bolivia debería desvíar el curso de las aguas del Silala si es que ese país se niega a cumplir el fallo que emita la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre el acceso al mar, cobra vigencia en esta parte del país.

El concejal del Movimiento Al Socialismo (MAS), René Navarro, dijo que el país no puede permitir que Chile incumpla el fallo de la CIJ, pero sí garantice el "uso arbitrario" de las aguas del Silala, a través de una demanda interpuesta en esa misma instancia de justicia.

Navarro argumentó que Chile muestra un "doble discurso" respecto a la importancia de la Corte Internacional de Justicia, porque para ellos tiene valor cuando se trata de garantizar el robo de las aguas que desde hace más de 100 años se llevan de forma arbitraria, pero no sirve o no es competente cuando se abre la posibilidad de que se les ordene un diálogo de buena fe por la salida al océano Pacífico.

 ABSURDO

El diputado de Demócratas, Gonzalo Barrientos, calificó como un "absurdo" que Chile no quiera aceptar el fallo de La Haya si es que este beneficia a Bolivia. Para Barrientos sería tanto como "si un delincuente que es sentenciado a prisión se niegue a cumplir el fallo, ya que las leyes de os países y la justicia internacional son de obligatorio cumplimiento".

Barrientos apuntó que si los chilenos muestran su oportunismo al negarse acatar el fallo de la CIJ, Bolivia también estaría en condiciones de zafarse del proceso planteado por las aguas del Silala y desviarlas para beneficio del propio país.

El diputado dijo que espera que no se tenga que recurrir a otras medidas para que se acate el fallo y que Chile aplique lo que siempre predicó respecto al derecho internacional.

 PROYECTO

El senador potosino por Demócratas, Edwin Rodríguez, presentó un proyecto para que se bombee las aguas del Silala para recuperar las lagunas Verde y Colorada.

El senador de Demócratas explicó que un equipo técnico trabajó el proyecto que establece un primer tramo 37 kilómetros , de los cuales tienen que bombear 320 metros y el agua posteriormente irá por gravedad desde el Silala hasta la región donde se encuentran las lagunas.

Una vez que se concrete el bombeo del agua a las dos lagunas, se podría aprovechar para dotar de ese recurso a los municipios de Tupiza y Villazón, que desde hace décadas demandan apoyo para concretar un proyecto de traslado del agua.

Otros dirigentes sociales del Departamento de Potosí también demandaron que el Gobierno disponga el uso de las aguas del Silala porque actualmente sigue beneficiando a Chile, a través de canales artificiales construidos en 1884, según cuenta la escritora chilena María Piedad Allende en su libro “Historia del Ferrocarril en Chile”. El país vecino no paga  nada por ese proceso.

Chile llevó el Silala a la CIJ

El lunes 6 de junio de 2016, Chile presentó una demanda contra Bolivia en la Corte Internacional de Justicia de La Haya por el uso de las aguas del Silala.

En la demanda se plantea que se trata de recursos de un río internacional de curso sucesivo, por lo que su uso es legítimo en el marco del derecho internacional.

La respuesta boliviana fue planteada en la memoria presentada ante la CIJ en la que se da cuenta que las aguas nacen de un sistema de manantiales que fueron drenados y canalizados por Chile en 1884.

Bolivia postula que esas aguas les pertenecen  y si bajan al vecino país se debe a la canalización efectuada aprovechando de una concesión otorgada por la Prefectura de Potosí en 1908.

La demanda chilena frena la posibilidad de que Bolivia pueda implementar algunos proyectos que reducirían el volumen del agua que pasa a Chile y esa sería la verdadera finalidad de los chilenos que utilizan el recurso boliviano para garantizar las operaciones mineras en áreas fronterizas, a través de un proceso de comercialización de las mismas que no sirven para el consumo humano en la actualidad.///