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Por su ubicación estratégica, al centro de Sudamérica Bolivia contará con un aeropuerto que ayude a descongestionar el tráfico aéreo en este sector del continente.

Viru Viru Hub, el proyecto de ampliación del aeropuerto internacional de Santa Cruz, triplicará su capacidad de estacionamiento de aviones y permitirá que más aerolíneas internacionales ingresen al país para realizar viajes a Europa y otros continentes.

El director general de Aeronáutica Civil, comandante Erick Vargas, informó que la capacidad de llegada de aviones podría llegar a ser tres veces más de lo que es hoy.

En todo el país hay un promedio de 70 vuelos comerciales y Santa Cruz es uno de los aeropuertos que tiene mayor cantidad de salidas y llegadas.

Según Vargas, el proyecto todavía se encuentra en una etapa de estudio y oferta para su ejecución.

Aunque no quiso mencionar cuánto costará la ampliación, se estima que será de unos 300 millones de dólares, costo estimado que puso la empresa china Beijing Urban que la gestión pasada se adjudicó el proyecto, pero finalmente desistió.

Actualmente el aeropuerto tiene seis mangas de abordaje, pero se pretende triplicar el número de estacionamientos para aviones con una pista de más de 200.000 metros cuadrados.

La máxima autoridad de la DGAC indicó que se debe construir una nueva pista de aterrizaje.

El área de carga también será ampliada con una plataforma de 70.000 metros.

Vargas mencionó que este proyecto ambicioso para la ciudad de Santa Cruz recibió el visto bueno de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) debido a la alta demanda de vuelos que hay en el aeropuerto de Guarulhos en Sao Paulo y Jorge Chávez en Lima que tienen una amplia distribución de pasajeros y carga.

Por ello el proyecto que se implementará en el país contará con una amplia gama de servicios que incluirá carreteras, un hotel, tiendas comerciales, restaurantes.

En julio, el viceministro de Transportes, Galo Bonifaz, informó que estaban en análisis propuestas de Alemania, Suiza y una empresa nacional interesadas en hacerse cargo de la construcción.

En esa oportunidad la autoridad señaló que el Ministerio de Obras Públicas ya contaba con un estudio de factibilidad del proyecto y un estudio ambiental. Dijo que solo faltan los recursos económicos para arrancar con la mega obra.

Construcción el 27 de abril de 2016, por un monto de 300.244.840 dólares financiados por un crédito de Eximbank.

La adjudicación fue luego anulada porque, según el Gobierno, la empresa quiso hacer ajustes al proyecto y estos no fueron aceptados.

Se tenía proyectado que las obras inicien en diciembre de 2016 y se concluyan en 2018, pero hasta la fecha no se tiene la empresa que se hará cargo de la ejecución.