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Los médicos del Hospital Obrero dependiente de la Caja Nacional de Salud (CNS) detenidos por traficar pacientes, insumos y equipos "eran copropietarios de clínicas privadas" a las que proveían de los insumos, declaró ayer el gerente general de la CNS, Juan Carlos Meneses.

El 1 de noviembre, la jueza Claudia Castro dispuso la detención preventiva de tres mujeres, personal de salud del servicio de Patología del Hospital Obrero, por los delitos de uso indebido de influencias, incumplimiento de deberes y uso indebido de bienes del Estado.

"Las personas que han sido cauteladas no son personas que simplemente estaban en trabajo o venían a hacer un bien a la institución (sino) eran socios copropietarios de clínicas privadas", reveló Meneses.

Las tres mujeres, la responsable del servicio de  Patología, una médica y una técnica del Hospital Obrero presuntamente recibían solicitudes para hacer análisis a personas no asegurada. Para ese fin utilizaban insumos de la CNS y actuaban en coordinación con tres centros de salud privados a donde además derivaban pacientes.

Meneses dijo que en la CNS hay grupos grandes de personas que tienen intereses externos situación que generó estas irregularidades. "En la caja existen intereses que son externos, existe un monopolio", afirmó.