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El viernes 13 de julio, aproximadamente a las 22:00, un hombre mató con una piedra a un perro "ch’apa" que dormía al lado de la puerta de su casa. 18 días después del hecho, un juez lo envió a la cárcel San Roque detenido preventivamente. Es el primer caso de estas características en Chuquisaca.

El inusual ataque fue presenciado por una vecina que al día siguiente comunicó la lamentable noticia al dueño del perro. A partir de aquello, el propietario del animal presentó una denuncia penal contra el sospechoso, que además es su vecino.

La investigación estableció que el sujeto tomó una piedra de un tamaño más o menos grande y con ella se abalanzó sobre el perrito "ch’apa" que estaba durmiendo al lado de la puerta de la casa de su amo. Lo golpeó varias veces hasta dejarlo muerto. El hecho ocurrió en el barrio Villa Cruz de la zona de Lajastambo.

El fiscal de la causa, Moisés Palma, en la audiencia de medidas cautelares dijo que un veterinario estableció que el can tenía tres fracturas en el cráneo y que murió por desangramiento a causa de los golpes.

A partir de este hecho, el Ministerio Público abrió causa contra el sospechoso por biocidio establecido en el artículo diez de la Ley para la defensa de los animales contra actos de crueldad y maltrato. La sanción es de dos a cinco años de privación de libertad. Por ello pidió la detención preventiva en la cárcel San Roque.

En la audiencia, el sujeto estuvo asistido por Defensa Pública representada por la abogada María Fernanda Cortez, quien dijo que su defendido es una persona que tiene problemas mentales debido a una medicación que consume. Ello le provoca alucinaciones y a momentos desvaría de la realidad. “Tiene cierta incapacidad”, argumentó.

Se conoció que el sospechoso tiene su esposa y es padre de dos niños; se dedica a la elaboración de salteñas que vende su mujer.

Tras escuchar las alegaciones de ambas partes, el Juez de la causa ordenó la detención preventiva del sujeto por considerar que con probabilidad es autor del hecho. Además, estableció la concurrencia de dos riesgos procesales: obstaculización porque intentó fugar tras presentar su declaración informativa; peligro para la víctima y la sociedad debido a que actuó con alevosía, amenazó y consta como antecedente un maltrato anterior a otro perro.///