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Tharo Khan, residente de la ciudad pakistaní de Islamkot, ubicada en un distrito limítrofe con India, compró una cabra en vez de una vaca para el sacrificio del festejo musulmán del Eid al Adha con objeto de no ofender a sus "conciudadanos (indios) que practican otra fe", informa Arab News.

"El sacrificio es la obligación religiosa que tengo de cumplir. Sin embargo, al mismo tiempo tengo la obligación social de tomar nota de los sentimientos de mis amigos hindúes, que representan un 90 % de nuestra ciudad", explicó Khan.  De ahí que comprara una cabra por 18.000 rupias indias (257 dólares), en vez de una vaca de 6.000 (85 dólares) solo por mostrar su respeto para la otra fe.

El Eid al Adha, también conocida como la Fiesta del Sacrificio o la Fiesta del Cordero, gira en torno a la la ofrenda de un sacrificio animal, a menudo una vaca o un cordero macho, para agradecer a Dios haber salvado la vida de Ismael, hijo de profeta Abraham.

Según la fuente, en el distrito de Tharparkar los hindúes constituyen el 40 % de la población y en las zonas urbanas son mayoría. "Aunque no está prohibido por la ley, hay una prohibición informal del sacrificio de vacas, que son sagradas para los hindúes. No es algo forzado, sino autoimpuesto y refleja la secular armonía interreligiosa", destaca el periodista local Abdul Ghani Bajeer.

Durante la fiesta, los residentes musulmanes de esta ciudad prefieren sacrificar cabras que vacas (y si lo hacen, evitan ser vistos por los hindúes). "No somos solo un ejemplo para el resto del país sino para todo el mundo", afirma el expresidente del concejo municipal de Islamkot, Ghansham Das. El representante político recuerda que hindúes y musulmanes participan en las festividades de unos y otros en paz.