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Asustada y decidida a interrumpir su embarazo, así llegó una joven madre de 19 años, quien había sido violada y producto de ese abuso sexual tenía 22 semanas y media de gestación (un poco más de cinco meses); estado que planeaba interrumpir en el consultorio del doctor Leandro Rodríguez Lastra.

Amparada en la interrupción del embarazo producto de una violación, la joven le pidió al doctor detener el embarazo. Al respecto, el jefe de servicio del área de ginecología del Hospital Pedro Moguillansky de Cipoletti dijo que la joven llegó en muy “malas condiciones” y que pese a su pedido practicarle un aborto era poner en riesgo su vida.

Pero la mujer había ingerido una píldora abortiva a fin de acelerar el proceso fue entonces que el doctor se negó a la finalización prematura del embarazo ya que el feto era “viable” y si lo hacía tanto la madre como el menor quedarían con secuelas irreparables.

La joven madre empezó a desvanecerse ya que la pastilla empezaba a hacer sus efectos y fue cuando el doctor trabajó para salvarle la vida a ambos. Tras ponerlos a salvo,  una diputada de Argentina decidió denunciarlo "violencia obstétrica" e "incumplimiento de deberes de funcionario público".

Hoy, médico de 41 años, vive una pesadilla ya que no pensó que salvarles la vida le costaría una denuncia y proceso judicial mientras que el violador sigue la libre y la mujer está bajo supervisión médica y terapias psicológicas.

Si bien la denuncia no fue formulada por la paciente, Rodríguez Lastra ha pedido a las autoridades detener su proceso ya que si bien comprende la situación de la madre señaló que solo cumplió con su deber médico y con lo que está penado ante la legislación de su país.