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Era de noche en el zoo de Wellington en Nueva Zelanda cuando un hombre burló la seguridad del parque para llevarse a casa un mono ardilla. Una vez en el recinto, el sujeto cortó dos candados de la jaula de los primates e intentó robarse al más pequeño de las especies a fin de regalárselo a su novia.

Sin embargo, John Owen Casford no contaba con que los animalesse defenderían e impedirían a toda costa que se lleven a su amigo.  Tras varios intentos por sacarlo del espacio, el joven de 23 años terminó con una pierna fracturada, dos dientes rotos, un tobillo torcido y múltiples moretones.

Los miembros del zoológico no notaron el incidente hasta la mañana siguiente cuando al revisar la jaula encontraron la puerta abierta y ver que faltaba uno de los monos. Tras unas horas de búsqueda encontraron al animal escondido en una de las esquinas del parque.

Animales quedaron horrorizados

Los cuidadores de las especies señalaron que los monos ardillas quedaron “traumatizados” con el intento de robo y que a pesar de que el hombre vulneró la seguridad de la jaula y dejó la puerta abierta ninguno de ellos escapó.

El singular hecho salió a la luz luego de que este miércoles el juez que lleva el caso de Casford lo condenara a 2 años y siete meses de prisión por intentar llevarse un mono ardilla vulnerando un espacio público.