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El último informe dado el martes por el director del Sedes, Joaquín Monasterio, sobre el estado de salud de Sebastián en el Instituto de Tratamiento de Cáncer Infantil (Itace) de San Pablo (Brasil), dio cuenta de que el pequeño paciente se encuentra en buen estado general. Los que están incómodos son sus padres, puesto que no reciben ayuda desde Bolivia para costear su estadía en el país vecino.

“Nadie nos ha mandado nada, tampoco nos han llamado. Sobre ese alquiler en un departamento que anunciaron allá, no nos han dicho nada. Ever (su marido) está en una pensión que nosotros tenemos que pagar. Una señora se nos acercó diciendo que nos estaba apoyando para conseguir una casa para quedarnos gratis, pero la desestimamos porque queda muy lejos, es como ir de Santa Cruz a Montero”, dijo Daniela Poquiviquí, madre del chico que llegó a dicho hospital el 25 de septiembre.

La progenitora añadió que gente de la comunidad boliviana en San Pablo los está colaborando. “El mes aquí es caro, por eso la señora que vio lo de la casa nos está ayudando para que nos rebajen el alquiler”, indicó la mujer.

Sebastián recibe la atención de un equipo integrado por 50 médicos. Le hacen terapia renal de reemplazo continuo con un sistema Prisma que se aplica en otros países menos en Bolivia, informó la médica boliviana Ivana Chiri, que trabaja en el Itace.