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Negligencia médica dejó a mujer estéril para siempre. Debido a las complicaciones que presentaba en su embarazo, una mujer con 41 semanas de gestación fue al Hospital Sant Joan de Déu de Esplugues de Llobregat, en España para que la indujeran al parto. Sin embargo la falta de atención médica y negligencia durante la cesárea provocó que los médicos tuvieran que extraerle el útero para salvar su vida.

Según la joven, ella tenía solo 27 años cuando todo sucedió. Con casi 10 de meses de embarazo, la víctima ingresó al hospital -en el 2013- y ya que tenía una desproporción pélvica los médicos le sugirieron que se practicara una cesárea y tras la operación le colocaron puntos y una malla para detener la sangre.

Una vez en reposo, la mujer empezó a sentir mucho dolor abdominal y -según sus palabras- nunca le hicieron un seguimiento médico ni la medicaron. Dicho cuadro se transformó en tres hematomas abdominales, los mismos que terminaron en una infección bacteriana.

Afectada por la sepsis, la mujer fue trasladada a sala de operaciones, donde finalmente los médicos decidieron extirparle el útero sin su consentimiento ya que no había medicina que calmara su infección. En la sentencia, los jueces determinaron que "no se actuó con la diligencia necesaria, exigible y debida para evitar el daño", sin que la extirpación del útero y la esterilidad "pueda considerarse como una consecuencia habitual y frecuente de una cesárea".  

Tras difundirse su caso, la Audiencia de Barcelona condenó al servicio de Salud a pagar una indemnización de 141.573 euros a la mujer ya que ella no decidió que le extirparan el útero sino que terminó estéril debido a complicaciones en su cesárea.