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La Fiscalía brasileña investiga a Paulo Guedes, consejero del candidato presidencial ultraderechista Jair Bolsonaro, quien lo ha anunciado como futuro ministro de Hacienda si llega al poder, por sospechas de fraude, informaron hoy fuentes judiciales. 

El Ministerio Público Federal de Brasilia abrió la semana pasada una investigación contra Guedes por supuestos fraudes en fondos de pensiones de empresas estatales, según confirmó este miércoles el organismo, reseñó Efe.

Guedes es sospechoso de "gestión fraudulenta o temeraria" de fondos de inversiones que recibieron 1.000 millones de reales (unos 270 millones de dólares) entre 2009 y 2013, procedentes de fondos de pensiones vinculados a empresas públicas. 

En la época, los fondos de pensiones estaban gestionados por personas indicadas por el Partido de los Trabajadores (PT), del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, en la cárcel por corrupción, y por el Movimiento Democrático Brasileño (MDB), hoy liderado por el actual mandatario de Brasil, Michel Temer. 

Guedes también es investigado por la emisión y negociación de títulos inmobiliarios sin garantías a la hora de negociar. 

El economista es uno de los principales asesores del ultraconservador Bolsonaro, vencedor de la primera vuelta de las elecciones con un 46% de los votos, y artífice del giro liberal experimentado por el candidato del Partido Social Liberal (PSL) en los últimos meses. 

Liberal ortodoxo, Guedes cuenta con la confianza del mercado y, según adelantó Bolsonaro, asumirá el Ministerio de Hacienda si vence la segunda vuelta el próximo 28 de octubre, en la que enfrentará al progresista Fernando Haddad, quien obtuvo un 29% de los sufragios.

Una de las principales propuestas de Guedes es la reducción de la deuda pública en un 20% mediante privatizaciones y concesiones al sector privado, una idea que ha sido replicada por Bolsonaro en las últimas semanas para ganarse el apoyo de los inversores. 

Socio de empresas gestoras de recursos y ejecutivo de Bozano Investimentos, Guedes creó el banco Pactual -bautizado luego como BTG Pactual-, presidió una escuela de negocios y ayudó a crear el Instituto Millenium, un laboratorio de ideas financiado por algunos de los mayores empresarios de Brasil. 

El economista, de 69 años, llegó a ser desautorizado por Bolsonaro durante la campaña electoral, cuando anunció su intención de aplicar un impuesto sobre transacciones bancarias si llegase el candidato ultraderechista al poder. 

La declaración generó una gran polémica y fue usada como arma arrojadiza por sus rivales, por lo que Bolsonaro tuvo que contradecir a su asesor desde el lecho del hospital donde estuvo ingresado tres semanas tras sufrir una puñalada durante un mitin.