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El Vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, acompañado del Ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Óscar Barriga, y autoridades representativas de Tarija, participaron del acto de lanzamiento oficial de la nueva gasolina Súper Etanol 92 que será distribuida de manera inicial por cinco estaciones de servicio en dicho departamento. 

“Después de lo hecho en Santa Cruz, donde se venden cerca de 100 mil litros al día, y tomando en cuenta el tamaño del parque automotor de Tarija, las proyecciones de YPFB indican que las ventas de Súper Etanol 92 en este departamento serán de al menos 500.000 litros mensuales”, indicó el presidente de YPFB, Óscar Barriga.

El acto tuvo lugar en la Planta el Portillo, del Distrito Comercial de Tarija de YPFB, ubicada en el kilómetro 8 y ½, sobre la carretera al Chaco, Zona El Portillo. Las estaciones de servicio que ya están habilitadas para comercializar la gasolina Súper Etanol 92, tras realizar los trámites respectivos ante la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) son Agrupa SRL, El Portillo SRL, Moto Méndez SRL, Panamericano SRL y Presidente Arce, esta última de la estatal petrolera. 
 
La incorporación de la gasolina Súper Etanol 92, cuya composición implica el uso de alcohol anhidro obtenido a partir de la caña de azúcar hasta en un 12%, es un paso más en la política de cambio de la matriz energética nacional hacia combustibles más amigables con el medio ambiente. Este avance se concretó mediante la sinergia consolidada entre el Estado boliviano y el sector agroindustrial, decisión estratégica que brindará importantes beneficios para el país.

Entre los aspectos positivos en los que redundará la producción y comercialización de la nueva gasolina se mencionan la dinamización de la economía nacional, con una inversión de 1.600 millones de dólares en toda la cadena, desde la producción de caña hasta la comercialización hasta el año 2025, con ello se generarán 27 mil nuevas fuentes de empleo.

Además, el Estado boliviano reducirá la importación de insumos y aditivos para combustibles, dejando de comprarlos fuera del país para destinar esos recursos a la compra de un combustible producido en el país.

A todo ello se suma la reducción de gases nocivos al medio ambiente por la combustión de un combustible con componente vegetal y la alta capacidad de captación de CO2, hasta seis veces mayor de cada hectárea de cultivo de caña de azúcar en relación a otros cultivos.  Finalmente, el beneficio para el consumidor que recibe un combustible que brinda mayor potencia a su motor debido a los 92 octanos de la nueva gasolina.///