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Nicolás Maduro dijo que Estados Unidos tiene una fijación con su gobierno, a la que calificó como 'maduritis'. Denunció que el país norteamericano persigue al chavismo desde que está instalado en Venezuela.

“A todo el que se reúne conmigo lo llaman de la embajada gringa en Venezuela”, aseguró el mandatario venezolano. El presidenteNicolás Maduro dijo que se había reunido con empresarios europeos, que prefirió no identificar, y que ellos le habían informado que recibían llamadas de la administración estadounidense. La cabeza del Ejecutivo venezolano aseguró que las llamadas las realizaba James Story, miembro de la embajada americana.

Afirmó en una aparición pública que a pesar de la presión de Estados Unidos, los empresarios aún mantendrían en pie las relaciones comerciales con Venezuela. De esta manera, los negocios a nivel internacional seguirían vigentes.

Si bien Venezuela vende el oro negro a Estados Unidos, las acusaciones de intervencionismo han estado a la orden del día. El régimen de Donald Trump continúa comprando petróleo, pero ha impuesto sanciones económicas al gobierno de Nicolás Maduro.

El presidente venezolano aseguró que muchos países tienen una “persecución ideológica” contra el chavismo, presente en su gobierno. Nicolás Maduro ironizó sobre las acusaciones a su régimen y calificó como ‘maduritis’ a las críticas a su mandato.

"Por culpa de Maduro hay desempleo en Argentina, por culpa de Maduro le quitaron los empleos a los argentinos. Una maduritis, una obsesión de maduritis ha tomado a los medios de la derecha", afirmó el presidente venezolano.

Además, en su presentación en la Feria del Libro en Venezuela (Filven), Nicolás Maduro dijo que la Unión Europea (UE) no bloquearía a Venezuela, como sí lo está haciendo Estados Unidos. El mandatario venezolano aseguró que la UE sí aceptaba los pagos de euros en Venezuela.