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En Estados Unidos, Colorado, James Salaz, un ciudadano de la zona de Montrose, aseguró haberse sometido a cinco años de duras e intensas quimioterapias para sanarse de un cáncer que luego descubrió que nunca tuvo, pero las secuelas del tratamiento que siguió empeoraron su salud.

En una entrevista para la cadena NBC contó que hace cinco años acudió al médico para examinarse por unos dolores que tenía por debajo de la axila. Su médico de cabecera, Choon Kee lee, luego de analizar los resultados de la biopsia le dijo que se trataba de una histiocitosis de células de Langerhans (HCL), enfermedad que se deriva de la médula ósea y que se prolifera por diferentes tejidos del cuerpo humano.

“Mi médico me dijo que yo era el único en la ciudad que tenía esa enfermedad”, contó James Salaz en una entrevista para la cadena internacional. Además aseguró que sus ganas de seguir viviendo lo motivaron de inmediato a someterse a incontables tratamientos de quimioterapias.

Todo marchaba de una forma “consecuente” en su tratamiento cuando en 2017 despiden a su médico y Salaz decide irse a tratarse en otro hospital. Sin embargo, su actual doctor le informó que nunca tuvo cáncer, sino otra enfermedad.

James Salaz se enteró que lo que tenía en realidad era vasculitis, que se produce por la inflamación de los vasos sanguíneos. “Si lo hubiéramos tratado hace cinco años, estaría bien”, le dijo la doctora al paciente.

Fue triste para el paciente norteamericano darse cuenta que nunca tuvo cáncer y que debido a las intensas quimioterapias generó otras enfermedades como la pancreatitis, razón por la que fue hasta dos veces hospitalizado de emergencia.