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El Papa Francisco, máximo representante de la Iglesia Católica afirmó que los bienes de la institución sí pueden ser vendidos con la finalidad de ayudar a los pobres. Sin embargo, agregó que esta no debería ser la primera o única solución. 

El Sumo Pontífice brindó su mensaje a las personas que asistieron a una conferencia relacionada al tema: "¿Dios ya no vive aquí? Cesión de lugares de culto y gestión integrada de los bienes culturales eclesiásticos". Esta fue realizada en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, ubicada en Italia. 

El Papa Francisco señaló que los bienes eclesiásticos son ‘‘testimonios de la fe de la comunidad que los ha producido a lo largo de los siglos’’, motivo por el cual vendrían a ser instrumentos de evangelización. No obstante, aclaró que esta ‘‘elocuencia original’’ puede mantenerse incluso cuando ya no son utilizadas en la vida cotidiana, por ejemplo a través de la exposición museística. 

El Sumo Pontífice añadió que ‘‘los bienes culturales se destinan a las actividades caritativas de la comunidad eclesial’’. Él indicó que a menudo a través de la iconografía sagrada se ha visto a San Lorenzo vender objetos de culto para distribuir las ganancias entre los pobres. 

Francisco recordó de que muchas iglesias que hasta hace poco eran necesarias, ahora ya han dejado de serlas. Esto se debe a muchos motivos, entre ellos la falta de fieles, así como también la ‘‘distribución diferente de la población en las ciudades y en las áreas rurales’’. 

El Papa dijo que esta posibilidad no debería ser vista con ansiedad por la Iglesia Católica, ‘‘sino como un signo de los tiempos que nos invita a la reflexión y nos obliga a adaptarnos’’.