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Cerca de 30 mil metros cuadrados fueron peinados y se encontraron prendas de vestir, joyas, carteras, bolsos e identificaciones, así como señales de entierros clandestinos.

Un grupo de mujeres familiares de desaparecidos encontró, ayer, restos de 27 cuerpos humanos. Del total, 22 de ellos de hombres y tres mujeres, en una fosa clandestina ubicada en la zona rural del municipio mexicano de Cajeme, en el estado de Sonora.

Según las autoridades judiciales, operan al menos dos bandas del crimen organizado dedicadas principalmente al narcotráfico, que luchan por esta plaza del norte de México.

Las mujeres, acompañadas por al menos 10 peritos y médicos forenses llevaban una vara que entierran en el piso para buscar huesos, además de picos y palas para excavar donde encuentran indicios de tierra removida.

Más de 30 mujeres peinaron el terreno hasta encontrar los restos.

María Teresa Valadez, líder del grupo Guerreras Buscadoras, explicó que la búsqueda era para brindar capacitación a otras mujeres que tienen familiares desaparecidos en los municipios de la zona.

“El último domingo de marzo nos recibió el presidente de México, Manuel López Obrador, y el primer domingo de abril estuvimos con la Alta Comisionada de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet. Han respondido nuestra súplica para que en tres meses tengamos nuestra propia Comisión de Búsqueda”, dijo Valader.

Cuando las Guerreras Buscadoras salen a buscar en Sonora las acompaña personal de la Fiscalía General de Justicia, que dispuso del Laboratorio de Inteligencia Científica Forense para tomar muestras de ADN de las osamentas o cuerpos sin vida para cotejarlos con las muestras tomadas a familiares de las víctimas de desaparición forzada.///