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La compañía automovilística sueca Volvo Cars ha retirado más de 500.000 coches vendidos en todo el mundo, 86.000 de ellos en Suecia, debido a un riesgo de ignición del motor.

Según cita el canal al portavoz de la compañía, Stephan Elfstrom, un colector de admisión de plástico puede fundirse debido a la alta temperatura del motor. Este problema ya "ha provocado incendios en varios casos", pero en ninguno ha habido heridos.

Los modelos afectados son los V40, V60, V70, S80, XC60 y XC90 con motor diésel de cuatro cilindros fabricados entre 2014 y 2019.

Volvo asegura que se pondrá en contacto con los propietarios de los vehículos defectuosos. Sin embargo, no está claro cuándo y cómo se solucionará exactamente la falla.

"Continuamos trabajando para encontrar una solución técnica al problema. Antes de eso, les pedimos a nuestros clientes que estén atentos a cualquier mensaje de error [en la computadora de a bordo] relacionado con el motor. Si no hay mensajes de errores, el vehículo es seguro para la conducción", explicó Elfstrom.