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Hasta ahora, ocho médicos han muerto en el Reino Unido contagiados por coronavirus por estar en la primera "línea de fuego" contra la pandemia. Ninguno de ellos era de origen británico. El origen de los ocho destaca el papel principal de los inmigrantes en el servicio nacional de salud del Reino Unido.

En efecto, los ocho médicos provenían de varios países del antiguo imperio británico: Egipto, India, Nigeria, Pakistán, Sri Lanka y Sudán. La agencia Reuters cita a un pariente del Dr. Adil el-Tayar, uno de los médicos fallecidos, diciendo: "Cuando La gente estaba en la calle aplaudiendo a los trabajadores del NHS (Sistema Nacional de salud) , pensé: "Hace un año y medio, estaban hablando del Brexit y de cómo estos inmigrantes vinieron aquí para quitarnos nuestros trabajos".

El reporta cita a otro médico, el Dr. El-Khidir, que dice: "Hoy son estos mismos inmigrantes los que están tratando de hacer el trabajo con los nativos y están en la primera línea de la muerte".

Los expertos que han comentado sobre la evolución de la pandemia predicen que, en caso de una prolongación de la crisis, a la escasez actual de ventiladores se sumará una carencia de personal médico y de enfermería, ya que estos trabajadores se contagian debido a una exposición muy alta al virus.

El NHS ha reclutado en gran medida a médicos de países que otrora formaron parte del imperio británico, y que hoy representan aproximadamente un tercio de su personal. Sin embargo, esta proporción no corresponde a la de los médicos inmigrantes muertos: 100 por ciento. El hecho se explica por el hecho de que los médicos inmigrantes se centraron en las llamadas "especialidades de Cenicienta", las menos buscadas por los médicos con ambiciones y perspectivas de carrera.

Aneez Esmail, profesora de práctica general médica de la Universidad de Manchester, lo explicaba con las siguientes palabras, según recoge RTP Noticias: "los médicos inmigrantes son arquitectos del NHS: ellos son los que lo construyeron, quienes lo mantuvieron y trabajaron en las áreas más difíciles e impopulares, aquellos donde los médicos británicos los blancos no quieren ir a trabajar. Esta es una historia desconocida ".

A pesar de su papel de primer nivel en el NHS, los médicos inmigrantes tienen que pagar miles de libras al año y, además, una tarifa anual de £ 500 para acceder al servicio para el que trabajan.

Aun así, se sienten atraídos por el Reino Unido con salarios más altos de lo que ganarían en los países de origen. Llegan entrenados y preparados para trabajar, y el estado de Su Majestad ahorra los £ 270,000 que gasta, en promedio, en capacitar a cada uno de sus médicos.

Cuando la pandemia comience a sentirse en India, Egipto o Pakistán, la absorción de los médicos entrenados allí por la antigua metrópoli se sentirá más agudamente en esos países de origen. Y la inversión realizada por estos países en la formación de sus propios médicos no tendrá retorno en el momento decisivo.///