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Desde que un grupo de ciudadanos descontentos con la gestión del alcalde Franz Valdez sitió el edificio central de la Alcaldía, exigiendo su renuncia, han pasado casi cinco meses sin que estos logren su objetivo, pero también sin que nadie los mueva de la plaza central donde han armado su centro de operaciones.

Desde el 26 de mayo hasta la fecha la situación se mantiene inalterable y aunque guaraníes, el Comité Cívico y otros sectores decidieron dejar las medidas, un grupo dirigido por  comerciantes aún exige la renuncia del edil.

Ni la firma del contrato para la construcción de un hospital de segundo nivel realizada el 21 de septiembre, con la presencia del vicepresidente, Álvaro García Linera, persuadió a estos vecinos.

La Policía y sus reparticiones también han cerrado sus oficinas. Son 140 días que las autoridades regionales o nacionales no hacen nada para solucionar este conflicto; entre tanto, quienes sufren las consecuencias son los ciudadanos que deben soportar los malos olores a su paso por su plaza o los transportistas que no tienen acceso a la parte norte de la plaza.