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Las autoridades de Japón permiten desde este sábado una mayor entrada de público en estadios deportivos y salas de cine, ante la tendencia a la baja registrada en el número de nuevo contagios de COVID-19 desde inicios de agosto.

El Ejecutivo de Japón ha decidido rebajar desde este fin de semana las limitaciones de acceso a eventos multitudinarios deportivos y culturales, aunque se mantienen las medidas preventivas como el uso obligatorio de mascarilla, la toma de temperatura corporal a la entrada o el distanciamiento interpersonal.

El ministro de Revitalización Económica y a cargo de la respuesta contra la pandemia, Yasutoshi Nishimura, dijo hoy en rueda de prensa que la "estricta aplicación" de esas medidas básicas de seguridad sanitaria es un requisito fundamental para permitir la entrada de más público a los establecimientos.

A partir de hoy, las ligas profesionales de fútbol y béisbol, los dos deportes más populares del país, podrán autorizar la entrada a los estadios hasta un máximo del 30% de su aforo total, y prevén ampliar próximamente este tope hasta el 50% si la situación lo permite.

Hasta ahora, estaba en vigor un máximo de 5.000 espectadores en las gradas. En el caso de cines y teatros, los de aforo reducido podrán tener disponibles todos sus asientos, aunque las grandes salas de cine y de conciertos mantendrán el límite vigente del 50%.

Cada establecimiento puede decidir sus limitaciones de aforo siempre dentro de las directrices del gobierno, que son más restrictivas para los espacios cerrados poco ventilados y donde no se pueda garantizar una distancia mínima de seguridad entre cada espectador.

En Japón, el número de nuevos contagios de COVID-19 muestra una tendencia a la baja desde comienzos de agosto, y en la última semana se ha movido entre los 650 y los 280 casos diarios en todo el país, la mayor parte de ellos registrados en Tokio, donde se acumula el mayor número de infecciones.

En todo Japón se han detectado hasta la fecha 78 525 casos de COVID-19 y 1 501 fallecimientos, además de los 712 casos y 13 muertes registrados en un crucero que fue puesto en cuarentena en un puerto nipón.