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Ampliarán a reserva de Tariquía investigación sobre el Jucumari

hace 7 año(s)

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La investigación sobre el oso andino y conocido en Tarija como Jucumari que se realiza en la provincia Méndez, se prevé ampliar a la zona norte de la Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariquía, pues se reportaron indicios de que esa especie esté presente en ese lugar.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza considera al oso andino como una especie vulnerable. Significa que hay amenazas que causan la disminución, como la pérdida de hábitat, caza ilegal y efecto del cambio climático.
Ximena Vélez es investigadora asociada de la Universidad de Oxford y también de la Organización No Gubernamental (ONG) Prometa en el proyecto que lleva adelante en comunidad con el zoológico de Chester. En una primera etapa ganó el premio Whitley, el más prestigioso en el mundo de la investigación y acción medioambiental. Encontró al Jucumari en el bosque seco interandino, esa región intermedia entre el altiplano y los yungas bolivianos – tucumanos que en Tarija es, básicamente, lo que va de Sama a Tariquía, y en este caso, la provincia Méndez y Arce.
Para ese trabajo se instalaron 40 cámaras trampas para captar en imágenes del Jucumari en su habitad silvestre, la última foto recogida fue hace menos de mes. El trabajo lo realizan en la zona del río Pilaya, al borde con el departamento de Chuquisaca.
Sin embargo, desde la dirección de la Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariquía se mencionó que se había registrado indicios de la presencia del oso andino, pero en la parte norte. Por ese motivo, Vélez tomó la iniciativa de pedir permiso a la dirección General de Biodiversidad y Áreas Protegidas, para ingresar a ese lugar y extender la investigación en esos sitios.
La finalidad del proyecto es que se pueda generar una coexistencia entre el humano y esa especie de animal, la cual es víctima de desplazamiento de su habitad y de casería, todo porque la gente piensa que el oso mata a su ganado, cuando eso no es así. 
Por otro lado, quieren ayudar a mejorar la capacidad de manejo de prácticas de agricultura, dar alternativas económicas a la gente, las cuales sean rentables amigables con el medio ambiente.
“La gente tiene actitudes negativas hacia los animales carnívoros. El oso andino por lo general come vegetales, lo cual no significa que no coma carne, pero no los mata-comentó la investigadora. El tema es que hay mucha falta de conocimiento de la pérdida del ganado de la gente, pues los tienen en áreas pobres de suelo, no tiene agua y por eso son débiles, que por la mordedura de una serpiente o se desbarrancan, lo cual termina en la muerte, cuando eso sucede, muchos animales son atraídos, entre esos el oso, pero la gente le atribuye la matanza al Jucumari, cuando no fue así”.
Por ese motivo la gente los mata o los ahuyenta de su habitad, pero de seguir esa constante, en 30 años se habrá perdido un tercio de la población de esa especie. Lo preocupante es que el efecto de cuando no hay osos la calidad de los bosques disminuye, porque ese animal es el que dispersa la semilla de la flora, protegen la fuente de agua. Un ejemplo claro es que hace 50 años se tuvo el último registro de un oso en la reserva Sama.

Se estima que quedan 3.000 osos Jucumari



Según Ximena Vélez, quien es investigadora asociada de la Universidad de Oxford y también de la ONG tarijeña Prometa en el proyecto que lleva adelante en comunidad con el zoológico de Chester. A nivel nacional se estima que hay 3.000 osos Jucumari, pero para este año se prevé que hayan disminuido, aproximadamente en un tercio, por toda la pérdida de habitad que se genera desde hace años.

 

mg


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