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A un año del inicio de la pandemia en Bolivia, padres de familia de colegios de zonas alejadas de El Alto y Oruro exigen clases semipresenciales a las autoridades ante el fracaso de las clases virtuales, según denuncian los mismos.

Familias pobres que viven en el Distrito 4 de El Alto exigieron este jueves a la Alcaldía y al Ministerio de Educación que sus niños pasen clases semipresenciales, porque no hay señal de internet y además muchas familias no poseen los dispositivos móviles.

“Somos padres de familia de la unidad educativa 16 de Febrero del Distrito 4 de Alto y exigimos que nuestros hijos pasen clases semipresenciales, porque no funcionan las clases virtuales o a distancia. Nosotros tenemos familias que tienen tres, cuatro, cinco y hasta seis hijos para un solo celular, además otros que viven en alquiler ni siquiera tienen el teléfono moderno (Android) para las clases”, protestó el dirigente Néstor Rodríguez.

El padre de familia insistió en que muchos niños no solo de ese distrito se están perjudicando. “Hacemos ese pedido clamoroso al Gobierno, para que pasen nuestros hijos clases semipresenciales, porque muchos niños ya no pasan clases. El año pasado ya se han perjudicado con la clausura, ahora no queremos eso otra vez”.

Rodríguez indicó que articularán la protesta con los 14 distritos de El Alto para que regrese esa modalidad educativa a las unidades educativas. “La próxima semana tendremos una reunión y si hay que bajar (en marcha a la ciudad de La Paz), bajaremos e incluso haremos una huelga de hambre”, advirtió.

Algunos padres que gastan hasta Bs 30 por día en la compra de tarjetas de recarga de celulares, prefieren que sus hijos vuelvan a las clases escolares en la modalidad presencial bajo los protocolos de bioseguridad.

En Oruro se repite la historia

En Oruro, los padres de familia de las juntas vecinales de reciente creación que se encuentran en el sector sur de la ciudad protestaron exigiendo también clases semipresenciales para sus niños, porque según ellos, las virtuales “no han funcionado”.

“Somos juntas vecinales y juntas escolares que exigimos a las autoridades nacionales, departamentales y municipales clases semipresenciales, porque las virtuales no han funcionado”, informó Clemente Mamani, dirigente de los padres de familia de Oruro que el miércoles protagonizaron una marcha por la capital del Pagador.

El 12 de marzo de 2020, el entonces ministro de Educación, Víctor Hugo Cárdenas suspendió las clases presenciales ante el riesgo del coronavirus, sin embargo tuvieron que pasar tres meses, hasta el 6 de junio, cuando el Gobierno recién reglamentó las clases virtuales.

Un año después las dificultades para que los niños puedan pasar clases virtuales continúan por la calidad de señal de internet y el difícil acceso a los dispositivos móviles.