El ministro de Gobierno, Carlos Romero, aseguró que el proceso de auditoría y biometrización de los comercializadores de coca será una realidad pese al malestar que genere esta medida sobre el sector y que la misma no está sujeta a una negociación.
“Entiendo que hay un malestar sobre este tema que no puede estar sujeto a una negociación o capricho sindical. Es un tema que se debe llevar adelante por una necesidad de transparentación en función a la política de Estado que se tiene”, indicó Romero en conferencia de prensa tras su participación en el acto de graduación de la cuadragésima primera promoción de la Escuela Garras del Valor.
La autoridad indicó que existen sospechas de que una parte de los registros que tiene la Asociación de Productores de Coca (Adepcoca) no coincidiría con la base de datos del Servicio General de Identificación Personal (SEGIP).
“Presumimos que podría tratarse de palos blancos (testaferros), por lo que vamos a llevar adelante una auditoría y una biometrización. Hipotéticamente sería gente con documentación fraguada, situación que permite incrementar la comercialización supuestamente legal”, dijo.
Romero señaló que los vendedores de coca que no tienen nada que esconder pondrán a disposición sus referencias y que Adepcoca estaría con la intención de trasparentar esta información por los perjuicios económicos que les representaría.
“Lo que está cuidando Adepcoca es que sus registros no sean de conocimiento público, que no sean objeto de una auditoría. Adicionalmente ellos cobran por esos registros y eso es también una defensa de intereses económicos”, añadió.
Según el Ministerio de Gobierno, la realización de esta auditoría será realizada hasta fin de año por el Viceministerio de Defensa Social.
