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“Habido información entre los organismos respectivos, sin duda. Habido intercambio de información”, afirmó reiteradamente el diplomático colombiano ante una consulta que hizo al respecto este medio.

El pasado 23 de enero el gobierno informó la detención de Maximiliano Dávila, exjefe antidrogas durante el último periodo de gobierno del presidente Evo Morales, por sospechas de vínculos con el narcotráfico y enriquecimiento ilícito.

Dávila fue detenido como resultado de la una investigación que comenzó la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) a una red de narcotráfico.

En 2021, el grupo de élite antidroga de EEUU, arrestó en Colombia a Oscar Rojas, un ex oficial de la policía boliviana, y en Perú a Jorge Roca Suárez, alias “Techo de Paja”, quien ya cumplió una pena de 27 años en una cárcel de Estados Unidos por el mismo delito.

“Dávila estaría siendo vinculado con el narcotráfico y ganancias ilícitas. La fiscalía considera que se tenían suficientes elementos y por eso se determinó su aprensión”, dijo en conferencia de prensa el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, luego de presentar a Dávila a los medios de comunicación.

«La oficina de la DEA habría realizado detenciones a ciudadanos bolivianos en países latinoamericanos, donde se identifica a personas que estarían vinculadas al movimiento de transferencia de montos económicos de bienes patrimoniales de origen aparentemente ilícitos”, señaló la policía boliviana en un comunicado de prensa.

El ministro dijo que está a la espera de un informe oficial que se le ha solicitado a la embajada de Estados Unidos en La Paz, a través de la Cancillería. “Lo cual nos permitirá contrastar datos con la información que se está llevando a cabo actualmente”.

El gobierno de Morales expulsó de La Paz al embajador de Estados Unidos en 2009 y suspendió a la DEA indefinidamente, bajo el argumento de supuestos actos de espionaje. La embajada estadounidense negó tal acusación.

Ariza informó que la DEA “tiene un capítulo en Colombia (muy importante) que viene desarrollando hace tiempo para encarar una lucha conjunta contra el narcotráfico”.

Dávila, excoronel de la policía, estuvo en el cargo de lucha contra las drogas hasta la renuncia de Morales en noviembre de 2019.

Tras la asunción del presidente Luis Arce, fue designado como comandante departamental de la Policía en el departamento de Cochabamba. Hoy esta recluido en el cárcel de San Pedro, en la ciudad de La Paz, acusado de delitos de enriquecimiento ilícito y, aparentemente, actividades de narcotráfico, aunque no existe, por el momento, una imputación formal por tráfico de drogas.

Este no es el primer caso en el que se vincula a jefes policiales con el narcotráfico. El gobierno del Morales atravesó por un escándalo en 2011 después que René Sanabria, el jefe antidrogas, fue detenido por la DEA en Panamá luego de ser acusado de brindar protección a traficantes para el trasiego de 144 kilogramos de cocaína hacia Estados Unidos. En ese momento, Morales dijo que se trataba de un complot en contra de su gobierno.

Reunión mixta bilateral para hablar de lucha contra el narcotráfico

Ariza aprovechó también la oportunidad para informar que Colombia y Bolivia promoverán en las próximas semanas la primera reunión mixta bilateral para hablar sobre estrategias de lucha contra el narcotráfico.

“Estamos a punto de reunir la comisión mixta de Colombia y Bolivia en la que atendemos y afrontamos los compromisos con el delito del narcotráfico. Hay avances, sin duda y un gran compromiso, porque también está identificado el efecto tremendo que produce el narcotráfico”, dijo Ariza.

Señaló que en los próximos días se llevará a cabo la reunión aunque no especificó cuando y qué día, sin embargo puntualizó que el encuentro será en la ciudad de La Paz.

“La agenda no ha sufrido detención, avanzamos en ese propósito de combatir el narcotráfico, el delito transnacional y lo hacemos con toda la fuerza”, acotó.