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Tres niños menores de cinco años fueron encontrados muertos en el área del valle de San Fernando, en Los Ángeles, EE.UU. Su madre, Liliana Carrillo, es la principal sospechosa del crimen y habría huido de la escena, informaron medios locales.

El caso llegó hasta las autoridades luego de que la abuela de los pequeños descubriera sus cuerpos en un departamento del barrio de Reseda, donde todos vivían. Miembros del Departamento de Bomberos los declararon muertos en el lugar e indicaron que los tres habían sido apuñalados. Sin embargo, las causas de sus muertes están por confirmar, así como los motivos.

Carrillo, de 30 años, es por el momento la única sindicada de ser la responsable de los hechos. Se presume que se encontraba con sus hijos y escapó antes de que la abuela avisara del asesinato. Estuvo huyendo durante varias horas antes de ser capturada por la Policía en el área de Ponderosa, en el vecino condado de Tulare.

En el trascurso de su fuga, la mujer supuestamente chocó su vehículo, lo abandonó y robó una camioneta de un hombre que había tratado de ayudarla. Los oficiales hallaron el auto hurtado y poco después la atraparon.

Mientras los detectives indagan las razones de los asesinatos intentan también aclarar si la sospechosa tenía o no antecedentes penales, así como ubicar al padre de los niños. El crimen ha sorprendido a la comunidad de Reseda que había interactuado con Carrillo y la habían visto pasear con sus hijos.