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El ministro de Relaciones Exteriores, Rogelio Mayta, informó que Bolivia tiene a más de 1.000 personas acogidas en calidad de refugiadas o asiladas porque fueron obligadas a dejar sus países por diversos motivos.

“En la actualidad hay algo más de 1.000 personas a las que Bolivia ha acogido, que se han visto obligadas a dejar sus países de origen por diversas situaciones”, aseveró, en la presentación del documental “No soy de aquí… Historias de refugio en Bolivia”.

Explicó que el país ofrece a esas personas resguardo para que desarrollen actividades de diversa índole en la sociedad.

La presencia de los acogidos en el territorio nacional, precisó, se debe a que Bolivia suscribió varios convenios internacionales relativos a asilos y refugios y es un país “muy cumplidor de sus acuerdos”.

La autoridad estatal explicó que el refugio o el asilo se proporcionan a una persona cuando existen casos de persecución política o circunstancias que les obliguen a salir de sus naciones por múltiples causas.

“En Latinoamérica, fundamentalmente, esto ha sido por motivaciones políticas”, sostuvo.

El titular de Relaciones Exteriores recordó que Bolivia tuvo que recurrir a esos beneficios durante los gobiernos de facto, porque varias personas buscaron asilo o refugio en otras regiones, en especial miembros o activistas de partidos políticos afines al movimiento popular.

“En el último tiempo de nuestra historia reciente varios de nuestros compatriotas han tenido que huir también del gobierno de facto instaurado en noviembre de 2019, con la señora (Jeanine) Áñez a la cabeza”, concluyó.