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La situación de Carlos Chávez, expresidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), es crítica. El último informe emitido por la familia establece que el tumor se infiltró en la vejiga y en el recto y que el viernes el urólogo tuvo que operarlo de emergencia para extirparle parte del tumor maligno que obstruye el ducto y no permite que funcione el riñón izquierdo.

La familia pide de manera desesperada que la justicia le permita viajar a Brasil en un avión ambulancia para que pueda realizarse un Pet Scan que permita seguir un tratamiento adecuado. De momento el arraigo a Chávez no se ha levantadoya que encara dos juicios, uno en Sucre -acusado de corrupción en el fútbol- y otro en Beni -por falsificación de firmas-.

En ambos juicios no se le ha encontrado culpabilidad. Chávez ha solicitado a los dos juzgados el permiso para viajar presentando el lugar donde se  hará el tratamiento -hospital en San Pablo-. El tumor crece cada día, según el reporte, y obstruye la vejiga y el recto. Además, detallan que el dolor que sufre Carlos es tremendo.

El domingo comenzó su segunda quimioterapia, aunque reclaman que es urgente el Pet Scan "porque si se lo hubiera hecho previo a las quimioterapias se hubiera detectado oportunamente el crecimiento del tumor", dice el comunicado. Pero además se agrega: "No pueden seguir los jueces dilatando la salida para que se realice el Pet Scan, porque cuando lo hagan quizá ya sea demasiado tarde".

Chávez está detenido en Palmasola desde el 2015 y hace un mes fue traído a la clínica Incor de emergencia tras fuertes dolores en la ingle. A los pocos días se informó que padece de cáncer y que es urgente un tratamiento adecuado por la gravedad de la situación. El expresidente ya está sin cabello y se lo nota muy débil.

mg