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Un exdiputado francés ha sido acusado de terrorismo, luego de que las investigaciones revelaran que habría creado una organización paramilitar con el fin de perpetrar un golpe de Estado en Francia, informa el diario Le Parisien.

Rémy Daillet-Wiedemann, de 55 años, envió en abril pasado un correo electrónico a varios diputados, en el que decía que "ha llegado la hora del ajuste de cuentas" y que el "derrocamiento popular" del Gobierno "genocida" es "inevitable". Acusó al Ejecutivo de causar daño a la población obligándola a inocularse "una vacuna [anticovid] que mata". Solo uno de los legisladores que recibió ese mensaje lo denunció a la Policía.

Este exdiputado, partidario de las teorías conspirativas, se había rodeado de una red de ultraderecha compuesta por al menos 300 personas, incluyendo militares y policías en servicio. Pretendía reunir a todos sus miembros en París, armados con explosivos caseros, para destruir antenas de telecomunicaciones 5G, centros de vacunación, la sede de la Asamblea Nacional y otros "puntos clave de la capital" antes de atacar el palacio del Elíseo, la residencia oficial de la Presidencia francesa.

"Derrocamiento pacífico y popular"

Daillet-Wiedemann coordinaba el plan desde Malasia, donde residía y fue detenido en mayo pasado por su supuesta complicidad en el secuestro de una menor. En junio fue extraditado a Francia y desde entonces se encuentra en arresto domiciliario en espera de juicio.

Por su parte, la defensa del exdiputado ha negado las acusaciones de terrorismo y asegura que su cliente solo instaba a un "derrocamiento pacífico y popular del sistema político vigente como parte del ejercicio de su libertad de expresión".