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La canciller alemana Angela Merkel pidió al presidente ruso Vladimir Putin "actuar" contra "la instrumentalización de los migrantes por parte del régimen en Bielorrusia", indicó su portavoz Steffen Seibert.

Durante una entrevista telefónica, la canciller saliente juzgó "inaceptable la instrumentalización de los migrantes" en la frontera entre Polonia y Bielorrusia, donde miles de ellos se encuentran bloqueados en un clima gélido, según un tuit del vocero Steffen Seibert.

Poco a poco los europeos han dejado de pensar en las lejanas fronteras afganas o africanas para ver de pronto que la inmigración masiva les puede llegar desde la vuelta de la esquina. 

Miles de bielorrusos están acechando la frontera polaca desde Bielorrusia, pero con un destino evidente : Alemania, algo así como la tierra prometida para los europeos del este, próspera y con un poderoso sistema de ayuda social. 

La política de asilo ha sido siempre un flanco abierto en Europa, jamás se ha logrado un consenso y la prédica moral europea siempre ha fracasado con los refugiados, aun los que escapan de reconocidas dictaduras como la de Lukaschenko 

Otra avalancha de refugiados después de la llegada de casi un millón de sirios en los últimos años es difícil de negociar en el país. Gran parte de la caída política de Merkel y su partido en las últimas elecciones se atribuye a esa muy generosa política de refugiados. 

Aunque la absorción de esa inmigración masiva de sirios en Alemania ha sido sorprendentemente fácil, pocos se animan aquí a promover una segunda inmigración. 

El ministro de exteriores Heiko Maas apoya reforzar ahora militarmente la  frontera polaca y a  castigar con más medidas económicas al régimen bielorruso y  a quienes empujen a la gente hacia las fronteras europeas. 

El dictador Lukaschenko ha creado un conflicto difícil de manejar porque ha sabido explotar los desgarro y la tremenda ambigüedad moral de los europeos.