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El parlamento de Chile está listo para aprobar el martes un proyecto de ley largamente esperado para legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, uniéndose a solo un puñado de países de mayoría católica en América Latina con leyes similares.

El proyecto de ley también permitirá que las parejas casadas del mismo sexo adopten niños.

Chile, que legalizó las uniones civiles entre personas del mismo sexo en 2015, ha estado esperando este proyecto de ley desde 2017, cuando fue enviado al Congreso por la entonces presidenta socialista Michelle Bachelet.

En un movimiento sorpresa, su sucesor conservador, Sebastián Piñera, anunció en junio que buscaría la aprobación urgente del proyecto de ley por el parlamento.

La cámara baja, o la Cámara de Diputados, le dio el visto bueno a principios de este mes, y ahora debe ser aprobado por la cámara alta, o el Senado, antes de que Piñera finalmente lo promulgue como ley.

"Queremos insistir en que este proyecto de ley se convierta en ley ahora mismo. Ya no puede haber excusas para seguir alargando la discusión en el Congreso mientras cientos de familias esperan ansiosas", dijo Isabel Amor del grupo de derechos LGBT Fundación Iguales.

"El amor no discrimina, pero la ley sí", agregó Lorena Grez, quien junto a otros activistas entregó 20.000 firmas en apoyo a la nueva ley.

"En Chile no se nos reconoce como una familia", sino que se nos trata como ciudadanos de "segunda clase", dijo.

El matrimonio entre personas del mismo sexo es legal en seis países de América Latina y el Caribe: Costa Rica, Ecuador, Colombia, Brasil, Uruguay y Argentina, así como en 14 de los 32 estados de México.

La audiencia del Senado sobre el proyecto de ley estará precedida por una decisión de una comisión constitucional, un paso que podría retrasar la votación por horas, o quizás hasta otro día.

El proyecto ha sido constantemente rechazado por el bloque más conservador de la derecha gobernante de Chile, pero sin embargo ha obtenido una mayoría de votos "sí" en cada paso del proceso hasta la fecha en un congreso dominado por la oposición.

El lunes, el grupo de derechos LGBT Movilh dio a conocer los resultados de una encuesta en la que el 82,8 por ciento de las parejas del mismo sexo, entre 1.878 personas entrevistadas, dijeron que planeaban casarse una vez que sea legal.

El tema divide profundamente a los dos candidatos que se dirigen a una segunda vuelta presidencial el 19 de diciembre.

Gabriel Boric, de 35 años, quien representa una alianza de izquierda que incluye al Partido Comunista, apoyó el proyecto de ley y votó "sí" en su calidad de legislador.

Pero el candidato de extrema derecha de 55 años, José Antonio Kast, quien ganó el 28 por ciento de los votos en la primera ronda en comparación con el 26 por ciento de Boric, hizo campaña en contra.