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Peñaranda consideró que la informalidad y el contrabando son las principales barreras para que este sector generador de empleos formales crezca. Sugiere que el Presidente, Luis Arce, apoye a los privados para garantizar el crecimiento económico.

“La proyección para el 2022 no es de las más halagüeñas, porque la informalidad en Bolivia está creciendo. Se calcula para este año, que Bolivia crecerá entre el 3.5% y 3,6% y en Oruro al 3%, muy por debajo de lo que el Gobierno está calculando el 5%”, manifestó.

De acuerdo a las proyecciones de la CIO, el sector de la construcción tiende a crecer el 3%, mientras que el comercio formal soló el 1%, debido a la competencia de la informalidad.

“Usando algunas medidas econométricas, el comercio formal y la construcción no van a poder crecer más. El efecto informalidad y contrabando, están siendo perjudiciales para el sector formal tanto industrial como comercial. Con todo esto, calculamos que el crecimiento regional será máximo 3%”, añadió Peñaranda.

OTROS DATOS

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2021, la informalidad alcanzó a 1.700.000 personas.

“Lo que no nos dice el INE es de que se nutre ese sector informal. Esa cifra representa trabajo informal y precario, pero podemos analizar que los más de 3 mil millones de dólares de contrabando, estarían yendo a nutrir el sector informal según el INE. Según el Cedla y otras, esa cifra de informales queda muy corto, porque habrían casi de dos a tres millones de personas informales”, destacó Peñaranda.

La CIO teme que estas cifras impidan el crecimiento del sector formal para 2022, y estima entre el 3% al 3,5%, cifra baja en comparación a las proyecciones estatales que apuntan del 5% para arriba.