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“El averno no es necesariamente el infierno. Podría ser esa frontera en la que confluyen la vida y la muerte, ese lugar al que se accede por diversas puertas pero que a la vez no existe, o quizá sí, pero sólo en nuestro imaginario”. Así define Marcos Loayza el lugar en el que cobra vida su más reciente producción cinematográfica. Averno, su séptimo  largometraje, llegará a las salas bolivianas este 11 de enero y será, sin duda, el estreno boliviano que abrirá la grilla de 2018.

Averno es una película en la que la noche paceña muestra ese su rostro escondido y donde se plasman escenarios fantásticos. Por esos lugares transitará Tupah, el protagonista de la cinta, quien emprenderá una aventura en busca de su tío. En esa aventura también cobrarán vida el Anchancho, el Lari lari y el Kusillo, además de otros seres de la mitología andina, quienes acompañarán a este joven lustrabotas en su viaje. “Para crear esos personajes hubo un arduo trabajo de diseño porque buscábamos que sean muy precisos  dado que son personajes que sólo existen en la imaginación”, agrega Loayza.

El director encontró en la noche paceña el escenario ideal para que estos personajes se materialicen. “La noche es fundamental en la cinta, pues creo que La Paz es muy diferente durante el día a la ciudad que se manifiesta durante la noche. Son dos ciudades totalmente diferentes, en esa última es donde ocurren cosas y se abren puertas”.

La idea de rodar Averno surge entre 2005 y 2006, cuando el director realizaba otra de sus películas: Estado de las cosas (2007). “Para ese trabajo hice muchas entrevistas sobre Bolivia. Conversé con un especialista del pensamiento andino, quien tenía mucha información sobre el tema. A partir de ahí nació la necesidad de investigar el Mankapacha, que en la lógica aymara viene a ser el mundo de abajo, que no necesariamente es el infierno”, explica Loayza.

A este mundo de abajo -explica el director- se ingresa por varias puertas.  “Una de ellas son las serpientes y los sapos, que son símbolos presentes en diversos aspectos de la cultura andina.  Otra puerta por la que se puede acceder a este universo es a través del ritual y en éste siempre está presente  el alcohol”, explica Loayza, quien en su película se arriesga a construir ese universo plagado de paradojas, persecuciones y personajes de la noche.

El largometraje tuvo un proceso de producción de más de una década y en éste participaron  más de 500 personas. “Esta producción nos ha tomado mucho tiempo porque es muy compleja. De hecho es una película cuyo guión terminé de escribir en 2006. Son casi 11 años de trabajo que espero sea del agrado del público”, concluye el director.

La película de Marcos Loayza se estrenará en Bolivia gracias a BF Distribution, un equipo de gente con amplia experiencia en distribución de cine independiente. Con varios años de trabajo en Bolivia, Averno es la tercera producción boliviana que se estrena de la mano de esta distribuidora. La primera la muy exitosa Viejo Calavera y la segunda Las Malcogidas, que tuvo un récord de taquilla. Averno llega para seducir al público boliviano y convertirse en otro éxito de taquilla.///