Video

Reapareció. Quién fuera el último “Zar Antidrogas” del Gobierno de Evo Morales, el ex viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, llegó hasta la plaza Murillo con el objetivo de emplazar al senador cruceño, Henry Montero, a presentar las pruebas de supuestos nexos con el narcotráfico, tal como lo denunciara este martes.

“Si este señor (Senador) tiene pruebas, pues emplazo a que las presente  a las instancias correspondientes, él afirma que tiene pruebas de que tengo nexos con el cartel de narcotráfico”, dijo esta tarde el exviceministro que durante largo tiempo se mantuvo al margen de la escena pública.

 Montero dijo que tras conocer el resultado de las investigaciones de un equipo de legisladores  estaba en condiciones de afirmar que “el exviceministro Felipe Cáceres, y el propio Evo Morales, tuvieron vínculos muy cercanos con las organizaciones dedicadas al narcotráfico en el país".

Cáceres dijo que el narcotráfico es “un pulpo” con poder económico, que le facilita muchas cosas como la logística para realizar su actividad; asimismo, puede recurrir al lavado de dinero  y que está diseminada en todos lados y no es un problema solamente en Bolivia.

Dijo que como todo exfuncionario público, él o el expresidente Evo Morales están expuestos a ser investigados de acuerdo con la Ley Safco y por tanto, están abiertos a cualquier pesquisa por las instancias que correspondan.

Maximiliano Dávila

En enero de este año se conoció el caso del ex mayor de Policía, Omar Rojas Echeverría, aprehendido en Colombia. Ese caso destapó acusaciones en contra del ex director nacional de la Felcn, Maximiliano Dávila, quien fue aprehendido el 23 de enero. Desde entonces se sucedieron las sindicaciones de nexos con el narcotráfico de altas autoridades del gobierno de Morales.

Este martes, Cáceres dijo que el coronel Dávila no tenía ninguna sindicación u observación legal cuando fue designado como director de la Felcn. Aseguró que él no tuvo nada que ver en su designación y que responde a la orden de destinos de la Policía.

“No puedo afirmar que sí o no había confianza en Maximiliano Dávila, porque nuestros policías son asignados en su misión a la fuerza especial de lucha contra el narcotráfico con una orden de destino (…) en ese entonces era un oficial que no tenía ninguna denuncia”, relató Cáceres.

El Deber