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El aeropuerto más grande del país, Viru Viru ubicado en Santa Cruz, es testigo de una lección de lealtad de un perro mestizo, que desde hace cuatro meses espera en el retorno de su dueño entre cientos de pasajeros que llegan y salen desde esta terminal aérea. 

Algunos lo comparan con Hachiko, emulando al famoso perro japonés, pero decidieron llamaron Negro, lo cierto es que ha conmovido a los que trabajan en el lugar. Ellos relatan que el perro se para frente a la puerta cada vez que ve aterrizar la aerolínea en la que se fue su amo, nadie sabe cómo lo hace, pero es como si la distinguiera entre las demás.

Relatan que hace cuatro meses llegó junto a su dueño para emprender el viaje dentro de una caja, pero a raíz de las exigencias en cuanto a los certificados de vacuna, su dueño decidió dejarlo libre y tomar el vuelo solo, desde entonces el can quedó a su suerte.

El caso llamó la atención de muchos al ver que su salud se va deteriorando cada día, es por ello que más de uno decidió adoptarlo, pero el perro se resiste a ser trasladado y continúa corriendo hacia la entrada con ansias de reencontrase con su amo.

 Para muchos su historia se asemeja a la de Hachiko el perro que toda su vida esperó a su dueño.