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El Instituto Nacional de Estadística (INE) informó que la pregunta sobre pertenencia a una religión no irá en la boleta pre censal porque iría en contra de la Constitución Política del Estado que establece que Bolivia es un Estado laico. En respuesta, el Consejo Nacional Cristiano de las Iglesias Evangélicas amenaza con protestas y pedirá a los creyentes no participar del censo.

“La Constitución establece que Bolivia es un Estado laico. En ese sentido, la inclusión de una pregunta de pertenencia a una religión en específico estaría en contra de lo que establece la Carta Magna”, confirmó a EL DEBER el director del INE, Humberto Arandia.​

Hace dos semanas, el Consejo Cristiano solicitó al gobierno añadir la consulta sobre qué religión practica cada boliviano en el Censo de Población y Vivienda, previsto para el 16 de noviembre.

El presidente de esta institución, Luis Aruquipa, lamentó que el INE “los haga a un lado” y no considere la consulta sobre qué dogma de fe, religión o creencia se practica. Según sus argumentos, en Bolivia más del 95% de la población es judeocristiana y la encuesta nacional debe mostrar esa realidad.

“Vamos a esperar una respuesta oficial del INE. Caso contrario vamos a iniciar con marchas, con recursos legales, vamos a recurrir a los órganos internacionales. Vamos a hacer una presión, imagínese que se levanten un 90% de los bolivianos pidiendo que se respete nuestra religión y fe. Si se nos estaría obviando, nosotros vamos a solicitar que ningún cristiano y evangélico participe del censo”, adelantó el pastor a este medio.

Aruquipa informó que se reunieron con directivos de Tarija, Oruro, La Paz y Santa Cruz, y anunciaron que están dispuestos a defender su posición. A esta demanda también se unirá la Iglesia católica.

Recordó que en la encuesta de 2012 se eliminó la consulta sobre religión porque un muestreo indicó que habían creyentes de la Pachamama. Al respecto, enviaron cartas el 30 de marzo y 1 de abril al director del INE solicitando un informe del porqué se sacó la pregunta en el último censo.

La boleta pre censal aborda al menos ocho grandes temáticas. Incluyen migración; idioma y cultura; salud, fecundidad y mortalidad; discapacidad o dificultades permanentes; educación; tecnologías de información y comunicación; vivienda, servicios básicos y medio ambiente; además de empleo.

A su vez, el Comité Nacional de la persona con Discapacidad y el Ministerio de Justicia se ocupan de las consultas sobre discapacidad y dificultades permanentes. Mientras el Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda trabaja sobre el déficit habitacional.

Uno de los temas novedosos que incluirá la boleta es el impacto del covid-19 en las tasas de mortalidad. Otro asunto que surge, por su relevancia en la actualidad, es el acceso a la tecnología y la disponibilidad de celulares, computadoras y otros medios, además de la calidad de los servicios existentes en el país.

Al momento, el INE informó que la encuesta nacional contará con 34 preguntas, es decir, 15 menos que en el Censo de 2012, en la que hubo 49 cuestionamientos.

Arandia adelantó que incluir cada pregunta a la boleta le cuesta al Estado 1,7 millones de dólares. También se incrementa el tiempo en el llenado de cada encuesta (aproximadamente 40 minutos por familia) y aumenta el número de encuestadores.