Video

El narcotraficante uruguayo, Sebastián Marset, ingresó al país en septiembre del año pasado y junto a su familia manejaban identidades falsas, según información del Ministerio de Gobierno. A pesar de que el narcotraficante era buscado con una alerta roja de Interpol, éste no escondió su rostro e incluso se expuso en redes sociales al ser jugador de un equipo de fútbol en el municipio de El Torno.

Durante su estadía él y su familia se dedicaron al ‘lavado’ de dinero proveniente de actividades ilícitas. Desde la compra y venta de bienes inmuebles, financiamiento de equipos deportivos e inversiones en otros rubros, forman parte del amplío esquema de legitimación de dinero.

Entre sus propiedades se encontraba una hacienda ubicada en el municipio de Asunción de Guarayos, donde era conocido como ‘el deportista’ por su afición al fútbol y la organización de eventos deportivos, Marset “se compraba todo lo que quería” y era considerado “dueño del pueblo”.

Hace dos semanas, Marset estuvo a punto de ser aprehendido en un encuentro deportivo; sin embargo, un día antes éste huyó junto con sus familiares. Según el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, el equipo de seguridad del narcotraficante identificó a policías, quienes quedaron retenidos mientras se pausaban las actividades policiales.

Sin embargo, Marset difundió un video agradecimiento la alerta de un jefe antinarcótico que lo ayudó a huir. El jefe nacional de la Felcn, Tito Vilca, negó la acusación.

Sobre cómo fue la huida de Marset, la criminóloga Gabriela Reyes consideró que “se debe seguir manejando las dos hipótesis, de que ha habido fuga de información, es decir protección por parte de alguien, o que uno de los anillos de seguridad de Marset ha identificado este dron”.

“Somos noticia porque los ‘peces gordos’ del narcotráfico se están viniendo a Bolivia de manera libre y parece que la droga sale desde Bolivia sin control”, agregó Reyes.

Por su parte, el pasado miércoles, el diputado del ala ‘evista’ Héctor Arce consideró que Bolivia “se convirtió en refugio de ‘peces gordos’ del narcotrafico”.

Arce cuestionó al ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, por una supuesta protección a narcotraficantes y acusó a la autoridad departamental del Segip de “blanquear” las identidades de narcotraficantes.

“¿Por qué Bolivia se ha constituido en refugio de los ‘peces gordos’? Porque en Bolivia hay protección al narcotráfico desde la cabeza que es el ministerio de Gobierno. Segundo, porque Bolivia da las condiciones para que narcotraficantes se establezcan, porque hay condiciones para lavar dinero y ‘blanquear’ sus identidades”, aseveró el diputado.

Del Castillo negó las acusaciones del diputado Arce y este viernes aseguró que no cesa la búsqueda de Marset. En tanto, los allanamientos e investigaciones continúan.

Tras la huída de Marset, el ministro del Interior de Paraguay, Federico Alberto Gonzáles Franco, afirmó a medios de su país que alertó a sus pares bolivianos sobre la presencia en Bolivia de Marset y otros dos narcotraficantes, Lindomar Reges y José Alberto Insfrán, en febrero pasado.

Sin embargo, Del Castillo rechazó la declaración y sostuvo que se conoció del caso de Marset en junio en una reunión de ministros en el marco de la Mercosur. Y que tampoco le llegó información respecto a otros ‘capos del narcotrafico’.

‘Narco’ vivía hace 20 años en Bolivia

En otro caso, este viernes el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, confirmó la captura de Jorge Eduardo Fandín, un narcotraficante argentino con sello rojo de Interpol, que se escondía en territorio nacional desde el año 2003 y al que vinculan con la organización que forjó en ese entonces Jorge Roca Suárez, más conocido como Techo e’ Paja.

“Tenía una identidad boliviana falsa, que correspondía al nombre Carlos Teófilo Baldomino Delgado. Se encontraba escondido dentro del territorio nacional desde la gestión 2003”, apuntó el ministro en conferencia de prensa.

En 2003, este sujeto había sido aprehendido en Paraguay donde fue imputado por el tráfico de sustancias controladas hacia España, Bélgica y otros países de Europa.

Sin embargo, según explicó el ministro, los descendientes de Techo e’ Paja, que administraban esta organización criminal transnacional, enviaron un grupo de personas a Paraguay y antes de ingresar a su audiencia de medidas cautelares, lograron reducir a los efectivos del orden y llevarse a Fanín para internarlo en Bolivia a través del municipio de Puerto Suárez.