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César Gómez, un taxista de unos 25 años, estaba en su cama hoy a las 8:00 cuando escuchó un grito de su mujer. Salió al patio y la vio pegada a un cable en el que tendía ropa. Al percatarse de que su mujer se estaba electrocutando, trató de socorrerla pero al tomar contacto con su cuerpo también recibió una descarga eléctrica. Ambos perecieron.

Al escuchar los gritos, una mujer que vendía asaditos en la esquina de la casa de la pareja, ubicada en el séptimo anillo de la avenida Beni, alertó a los demás vecinos que acudieron al domicilio y bajaron la palanca del medidor de luz.

El problema al parecer se dio por una instalación eléctrica precaria, además de que el cable donde tendían ropa estaba pegado a un techo de calaminas que a su vez estaba en contacto con cables de la instalación eléctrica.

Una ambulancia llegó al lugar pero ya los cuerpos estaban inertes. Tres niños, que presenciaron el hecho, afortunadamente salieron ilesos y quedaron al resguardo de sus vecinos.

mg