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Yenifer Eliana Cruz tiene 9 años, y ayer fue la primera vez que pudo escuchar con claridad a su madre, Rosa María Ribera. La pequeña perdió la audición a los nueve meses debido  a una caída en la que se golpeó fuerte la cabeza, contaron sus familiares. "Ahora que escucha, aprenderá a hablar con terapia. Empezará de cero como si tuviera dos años. Hasta ahora se comunicó con lenguaje a señas que aprendió en una fundación para niños con esta dificultad", manifestó emocionada la madre. Ambas llegaron desde la localidad de Azurduy en el departamento de Chuquisaca hasta la Fexpocruz, donde el Rotary Distrito 4690 (Bolivia) y la fundación Starkey entregaron 500 audífonos a personas de escasos recursos. Llegaron no solo de provincias cruceñas, sino también del interior del país. 

Muchas personas no escuchaban desde bebés. Fabiola Arteaga, de 15 años, luego de que le colocaran los audífonos derramó algunas lágrimas de emoción. Ella según su madre, Marioly Flores, perdió la audición a los 8 meses. "Le dio fiebre y como vivimos en el campo la llevé a una señora de medicina natural. No supe qué le hizo, le paró la fiebre, pero luego no volvió a escuchar", contó, mientras trataba de acompañar la experiencia de su hija, hablándole lentamente frases cortas, a lo que ella respondía sí o no. Cientos de personas de todas las edades pasaron por una situación similar ayer, expresaron su emoción al escuchar a sus familiares con claridad. Tal es el caso también de Mateo Espinoza de seis años, a quien luego de que le colocaran los audífonos, su mamá, Gabriela Saucedo, le consultó, "¿Tienes hambre?. ¿Comida?" y él contestó, luego de una sonrisa, "Sí. Comida". Saucedo explicó que su hijo desde pequeño solo escuchaba cuando le hablaban muy fuerte, pese a las dificultades, aprendió a decir los nombres de sus hermanos y algunas frases más. "Les grita su nombre a sus hermanos. Él desde pequeño les gritó sus nombres, es que piensa que tampoco lo pueden escuchar por eso grita", contó Saucedo. El director del programa Rotario, Nicolás Zalles, explicó que  a algunos pacientes se colocó solo un audífono y a otros dos, de acuerdo a la necesidad, aunque lo más frecuente fue lo último. Los beneficiarios tuvieron una consulta en julio del año pasado, donde se les tomó moldes para los audífonos y en la consulta de ayer se les entregó junto a micrófonos con distintos niveles de potencia de acuerdo a la necesidad. Zalles citó que un caso especial es de un paciente que está internado en el hospital, por lo cual un par de voluntarios se trasladó al lugar para adaptarle los audífonos. 

Personas de la tercera edad que fueron perdiendo la audición. Rolando Pérez (71) que hace tres años vive en un albergue contó que paulatinamente fue perdiendo la audición en los últimos tres años por la edad. "Me tenían que gritar,  escuchaba muy bajito. Me esforzaba mucho para escuchar, eso me hacía doler la cabeza. Ahora escucho muy bien", aseguró.  Similar caso es del de Josefina Barona igual de la tercera edad, 58 años. "No escuchaba muy bien, ahora escucho clarísimo", expresó al salir del salón. 

Más mediciones para el próximo año.  Zalles indicó que en la jornada igual se realizaron más mediciones para realizar una nueva entrega de audífonos en la siguiente gestión. 

mg