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El proveedor de las mochilas escolares chinas Juan de Dios Morales informó que sí trabajó en la Aduana y luego se convirtió en importador de computadoras, cemento asfáltico y mochilas escolares.

Además, afirmó que conoció al exsecretario José Miguel Padilla, quien salió del país el 6 de abril y fue involucrado en el proceso de supuesto sobreprecio en la adquisición de las mochilas escolares.

P. Se lo ha vinculado dentro el proceso con funcionarios y exfuncionarios. ¿Usted trabajó en la Aduana?

R. Sí. Trabajé 14 años, desde 2001 hasta 2014.

P. ¿Conoció a José Miguel Padilla?

R. He trabajado acá y en Santa Cruz (…). Sé que el es abogado y tenía algunos casos antes que empiece a trabajar en la Alcaldía. Tenía casos de la Aduana, como externo, y alguna vez coordinamos con él (…).

P. ¿En el tema de las mochilas tuvieron contacto?

R. No sé en qué unidad trabaja. Yo solamente recibí el correo de un funcionario público de la Unidad Solicitante.

P. También se observó que usted importaba antes cemento asfáltico. ¿Tuvo otras adjudicaciones con la Alcaldía?

R. Sí. Es interesante mi historia como empresario. Trabajaba antes en la Aduana. El conocimiento que adquirí es en comercio exterior. Me retiré y empecé a trabajar con el Sicoes. El Estado es un buen comprador (...). Si bien trabajamos a nivel comercial en el mercado y demás, yo quería trabajar con instituciones estatales y privadas (...).

Con MSPC, entregué una vez computadoras al Ministerio de Gobierno. Como que no iba muy bien como MSPC, por falta de experiencia, vendía con MANE Comp, a la Universidad Gabriel René Moreno, al municipio de Entre Ríos, varias otras compras menores a diferentes instituciones, también a privadas. Tenemos un currículo de más de 11 años con MANE Comp. En cuanto a MSPC estaba empezando a vender computadoras. Lo que hice es, con otro amigo, cambiar de rubro a repuestos de vehículos. Estuvimos vendiendo bien, pero él se fue. En mi almacén en Santa Cruz, donde han allanado, hay repuestos.

Luego, busqué en el Sicoes computadoras en Santa Cruz, salía unas cuantas. Era muy competitivo y su margen de utilidad es muy poco. En Cochabamba, salió como 20 licitaciones de cemento asfáltico. Entonces, vi una oportunidad de negocio en cemento asfáltico.

Abrí un Documento Base de Contratación (DBC). Pedía varios requisitos. Necesitaba certificados. Hablé con casi todas las fábricas de Brasil. Me contacté con empresas peruanas, ya estaba por cerrar, pero, me faltó un documento para ser representante. No lo logré. Lo conseguí con una subsidiaria de Petrobras y eso me abrió las puertas para las licitaciones (...).

Hay muchas empresas grandes, de sociedad anónima, con capital que estaban buscando la representación. No lo lograron, yo lo logré. Tal vez fue mí astucia, mi pericia para convencer al gerente de comercialización. Es mi mayor logro.

P. ¿Cuántas licitaciones ganó a partir de ahí?

R. No tengo el dato.

P. Dijeron que son unas 15…

R. Sí, más o menos. Ese año creo que logré vender 600 toneladas. Al año siguiente pusieron una traba. Sentí que querían sacarme del mercado o cuál habría sido su razón (…). Pusieron un nuevo requisito, “haber vendido mil toneladas el año anterior”. Yo había vendido 600.

Pero, yo no me quedo quieto. Golpeé puertas. Había otro empresario, hable con él para hacer una sociedad accidental y ganamos. Al año siguiente también nos hemos presentado con él (...).

P. ¿Todo fue solo con la Alcaldía de Cochabamba?

R. Es que no tengo más capital. Desde que me adjudiqué cemento asfáltico, empecé a prestarme dinero.

Cada año, la Alcaldía compra entre 5 mil y 7 mil toneladas. El año pasado, yo me presenté a 12 licitaciones. Desde mi punto de vista, reuní todos los requisitos como pedía. De los 12, me adjudiqué dos. Si yo tuviera algo con la Alcaldía, las 12 debería ganar. Gané dos y las más pequeñas.

P. ¿Fueron las últimas licitaciones de cemento asfáltico?

R. Sí, las últimas.

P. ¿Después decidió dedicarse a las mochilas?

R. Me estaba dedicando paralelamente.

P. ¿Algo más que quiera agregar? ¿Qué sigue en adelante en lo legal?

R. Quiero afirmar de manera categórica que ninguna de las personas implicadas en las empresas (María Ramírez, Néstor García y él) se ha fugado. Estamos acá. He estado en la ciudad. Vamos a afrontar todo con la verdad (…).
 

Yo estoy afirmando que tanto en Mochila I, como en Mochila II, yo soy el directo responsable de todo el proceso, de importación, de la adjudicación, porque la señora María René solo es socia, quien conoce vagamente todo el tema. Los detalles de cómo se importó, son de mi persona.

Negocios

El principal accionista e importador informó que al dejar la Aduana, se dedicó a la venta de computadoras y luego cambió de rubro a repuestos de vehículos.///