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“Son ellos (la Alcaldía) los que han modificado las especificaciones a la mochila nuestra. La segunda convocatoria salió el 22 de diciembre de 2016 y la apertura de sobre fue el 16 de enero de 2017, también me presenté y fui el único proponente”, señaló el importador René Juan de Dios Morales, según su declaración informativa por el caso Mochilas II, el jueves.

René Juan de Dios Morales y su esposa María René Ramírez son investigados por presuntas irregularidades en la adjudicación de mochilas escolares para 2017 y 2018. Actualmente, tienen detención preventiva en la cárcel de San Sebastián (varones y mujeres), desde el 20 de septiembre, por el primer caso.

Hace dos días, fueron trasladados a la Fiscalía Anticorrupción para declarar por primera vez por el caso mochilas II. El importador dijo que se enteró del proceso de contratación en agosto o septiembre de 2016 a través de la publicación del Plan Operativo Anual (POA) reformulado. “Empecé a trabajar porque ví una oportunidad de negocio”, dice parte del texto en su declaración.

Añadió que se presentó con la muestra de la mochila a la primera convocatoria de la Alcaldía pero fue rechazado debido a que no cumplía con lo requerido (un bolsillo para computadora). Antes, envió (a China) el Documento Base de Contratación (DBC) para la confección de los morrales.

En abril, el viceministro de Transparencia y Lucha contra la Corrupción, Diego Jiménez, destapó el nuevo caso Mochilas II. La Alcaldía de Cochabamba pagó poco más de 12.6 millones de bolivianos por 91.300 mochilas y útiles escolares.

Morales aclaró que su utilidad neta del proyecto fue aproximadamente de 14.63 por ciento , es decir, 1.844.781 bolivianos. Acotó que cuenta con los documentos necesarios para demostrar que no hubo un sobreprecio. “Tengo 12 facturas del mercado nacional por agendas escolares, otras 36 por gastos varios y abonos sin factura”. Señaló que se prestó 600.000 dólares de un empresario, de iniciales M.H.

Añadió que antes de suscribir contrato con la Alcaldía no conoció a ningún funcionario. Sin embargo, después reconoció como sus “amistades” a dos servidores públicos. José Miguel Padilla (trabajo con él en la Aduana) y Rolando Nogales (compañero de la universidad). Declaró también que después coordinó las entregas con Cristian Siles.///