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Marco Serrate, que fue jefe de seguridad de Luis Fernando Camacho durante el paro de los 21 días de 2019 y que lo acompañó a La Paz, durante las jornadas de protesta que derivaron en la renuncia de Evo Morales a la Presidencia, se declaró en la clandestinidad y no asistirá a declarar ante la Fiscalía, que lo citó por el caso golpe I.

“Fui su seguridad personal de Luis Fernando Camacho cuando él fue a La Paz, contratado por el Comité Cívico por Santa Cruz. Quiero decir que me declaro ahora en la clandestinidad, ya que varios informes del Gobierno y la Policía me decían que estaban tramando algo hacia mi persona”, señaló Serrate en un video que fue entregado a medios de comunicación.

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Serrate denunció que lleva meses sufriendo el acoso de agentes encubiertos que lo siguen a él y a su familia, “paran autos fuera de mi oficina, fuera de mi casa, gente filmándome, tomándome fotos”, señaló.

Aseguró además que a causa de haber prestado un servicio de seguridad privado está sufriendo consecuencias a nivel laboral, se le ha negado la entrega de una licencia para que su empresa funcione.

“Estoy en la seguridad por más de 20 años en el trabajo este. He recibido a todos los artistas internacionales, periodistas, empresarios, y ahora simplemente porque trabajé con su oposición me tratan de cerrar las puertas y ahogarme económicamente. Esto ya para mí es una dictadura, cerrar las oportunidades legales al trabajo”, aseveró.

El caso golpe I está relacionado con las protestas que estallaron en Bolivia tras las fallidas elecciones de 2019 y la posterior renuncia a la Presidencia de Evo Morales.