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Ministro de Justicia presenta su renuncia en medio de tensiones internas y cuestionamientos a la gestión

César Siles hizo pública su renuncia al cargo de ministro de Justicia y Transparencia Institucional mediante una carta dirigida al presidente Luis Arce, en la que atribuye su alejamiento a rumores y acusaciones infundadas que —según afirma— buscan empañar su trayectoria y generar inestabilidad. La dimisión es otro golpe para un Gobierno que, a pocos meses de las elecciones generales, pierde a uno de sus rostros institucionales más visibles.

Gabriela Alcón, viceministra de Comunicación, confirmó que se conversó con el presidente sobre la salida de Siles y que se acordó un proceso de transición. “La carta es pública. Lo que queremos es garantizar que el país continúe sus actividades en este escenario preelectoral”, afirmó Alcón, intentando calmar los ánimos.

Sin embargo, para muchos analistas, esta salida evidencia un creciente descontento dentro del propio gabinete. La renuncia llega tras varias señales de desgaste en la gestión de Arce, marcada por conflictos internos, denuncias de persecución política y falta de rumbo institucional.

La carta, publicada en redes sociales, tiene fecha del 13 de junio y en ella Siles agradece a Arce “el enorme privilegio de servir al Estado Plurinacional de Bolivia”, pero también deja entrever tensiones al señalar que su decisión se debe a intentos de sectores interesados en perpetuarse en el poder y en “desestabilizar al país” para evitar las elecciones.

En el texto, Siles rememora su paso por la administración pública desde 2001, destacando su labor como viceministro, Procurador General del Estado y finalmente como ministro de Justicia desde septiembre de 2024. Defiende su reputación afirmando que nunca tuvo procesos o investigaciones que prosperaran en su contra.

Apenas días antes, Siles declaró ante la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) como denunciante en el caso que involucra al expresidente Evo Morales y a la senadora Suseth Rodríguez. En esa ocasión pidió celeridad en las investigaciones. No obstante, su sorpresiva renuncia ha generado dudas sobre las verdaderas razones detrás de su salida.

El Gobierno de Arce, golpeado por constantes fracturas y renuncias, intenta proyectar normalidad. Pero el abandono de ministros clave, como el de Justicia, alimenta la percepción de una gestión debilitada, cada vez más aislada y carente de cohesión interna.