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Prada: "No vamos a ceder ante tus amenazas; no tienen cabida tus mentiras", le dice a Evo Morales mientras el país se hunde en la desconfianza

Las elecciones, el estatuto del MAS, las primarias, los mensajes en redes sociales y hasta los portavoces del evismo sirvieron como excusa para una encendida alocución de la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, quien durante casi una hora dirigió un monólogo plagado de recriminaciones contra Evo Morales. Paradójicamente, se olvida que fue precisamente Morales quien impulsó la carrera política de su madre, para que llegue a la Presidencia de la Camara de Diputados, la exdiputada Betty Tejada, y de ella misma, hoy encaramada en el poder de la mano de Luis Arce.

“Evo no nos va a engañar, no va a mentir -como es su costumbre- al pueblo boliviano, señalando que su preocupación es la economía, cuando todos sabemos que su ambición es ser candidato”, dijo Prada, sin reparar en la crisis económica que golpea al país por la ineficiencia del Gobierno que ella misma integra. Acusó al expresidente de buscar la renuncia de Arce y sabotear las elecciones si no es habilitado, omitiendo la falta de liderazgo y legitimidad del actual Ejecutivo.

La ministra aseguró que Morales sembraba el miedo con bloqueos y cortes de ruta, mientras el país atraviesa una crisis de combustible que el Gobierno ha sido incapaz de resolver. En un intento de victimizarse, afirmó: “El pueblo boliviano ha rechazado la violencia de Evo Morales… no tenemos miedo”. Sin embargo, la verdadera violencia es institucional: persecuciones políticas, justicia manipulada y ausencia de soluciones concretas.

En un tono confrontacional, Prada cuestionó el supuesto mesianismo de Morales, afirmando que “el movimiento indígena no se agota en él”. No obstante, no explicó cómo es que, sin él, se destruyó la cohesión del llamado Instrumento Político del Pueblo.

También criticó el estatuto del MAS, diciendo que Evo lo moldeó a su medida. “Lo hiciste como corte y confección”, espetó. Lo irónico es que esa “ropa a medida” fue avalada durante años por quienes hoy simulan ruptura, pero callaron mientras se beneficiaban del poder.

Finalmente, justificó la incapacidad del Gobierno para ejecutar las órdenes de aprehensión contra Morales, argumentando que buscan evitar un “baño de sangre”. Lo que no dijo es que ese temor es el reflejo de su propio vacío de autoridad y la descomposición de un régimen que ha perdido el rumbo.