El tiempo
     Santa Cruz

N Nacional

El Gobierno recicla el libreto de Murillo: represión, muertos y culpas al evismo

El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, rechaza acusaciones sobre autoatentados entre policías, pero su retórica revive sombras del pasado represivo del exministro Arturo Murillo.

hace 1 dia(s)

,

En medio de la escalada de violencia que acompaña a los bloqueos iniciados el 2 de junio por sectores afines a Evo Morales, el Gobierno de Luis Arce ha salido al cruce de las denuncias que cuestionan el accionar de la Policía y sugieren la existencia de autoatentados. El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, calificó de “nefastas” y “espantosas” estas versiones, afirmando que se trata de una “manipulación sin reparos” por parte del evismo.

“Escuchar que entre policías se estarían baleando es algo que sobrepasa cualquier límite de manipulación. Es una afirmación sin fundamentos y absolutamente irresponsable”, declaró Ríos en conferencia de prensa, en alusión directa a los dichos de figuras como Nelson Cox, abogado del expresidente Morales.

Hasta el momento, el propio Ministerio de Gobierno ha reportado la muerte de cuatro policías y un civil en distintos puntos de conflicto, especialmente en Llallagua (Potosí) y en la ruta que conecta Cochabamba con el occidente. La tensión ha escalado en varias regiones donde los bloqueos derivaron en enfrentamientos violentos.



Uno de los episodios más graves ocurrió en Llallagua, donde tres uniformados perdieron la vida. Otro policía murió en Cochabamba, junto a un comunario, en circunstancias aún bajo investigación. No obstante, las dudas sobre lo sucedido han sido alimentadas por declaraciones como las de Cox, quien denunció que “lo ocurrido fue montado para justificar la represión militar”. Según él, se trataría de un plan deliberado para eliminar a policías "por sus propios camaradas".

Ríos, por su parte, acusó a los sectores evistas de difundir “mentiras” sobre la supuesta presencia de personal extranjero en las filas policiales. “No hay tal cosa. Esa es parte de su estrategia de desinformación, de generar miedo, de cercar ciudades y amenazar comunidades. Han denominado a esto su ‘batalla final’”, indicó.

Sin embargo, el tono combativo del ministro, su defensa férrea del operativo policial y su denuncia de conspiraciones internas recuerdan inevitablemente el estilo de Arturo Murillo, exministro de Gobierno durante el régimen transitorio de Jeanine Áñez, tristemente célebre por su discurso de orden a cualquier costo, la criminalización del adversario político y el uso excesivo de la fuerza.

La preocupación crece cuando el Gobierno, en lugar de abrir canales de diálogo, opta por deslegitimar las denuncias e insiste en una narrativa que parece escrita con tinta del pasado reciente. En nombre del orden, se corre el riesgo de repetir los errores más oscuros de la represión.


Notas Relacionadas