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Tras una masiva reunión de las Seis Federaciones del Trópico, Evo Morales recibió el respaldo incondicional de sus bases y lanzó una advertencia con fuerte contenido político: si la derecha vuelve al poder con apoyo extranjero, el pueblo sabrá resistir.

"En vano algunos desde Estados Unidos están planificando que la derecha va a ganar. A ver si esa derecha, si gana, aguanta. Aquí el pueblo está despierto y unido para defender a su amada Bolivia", declaró Morales.

El exmandatario reafirmó que la lucha no es solo electoral, sino de dignidad y soberanía, entre el “pueblo oprimido y el imperio rapaz”, acusando una campaña sistemática para apoderarse de los recursos naturales del país.

En su resolución final, las Seis Federaciones ratificaron su decisión de mantener la movilización permanente y declararon como prioridad que Evo Morales sea el único candidato del instrumento político de cara a las próximas elecciones.

Además, anunciaron un proceso penal contra el Ministro de Defensa, responsabilizándolo por la represión y muerte de un manifestante en Tacopaya, y exigieron una investigación internacional sobre los sangrientos hechos de Llallagua.

Durante el cierre del Ampliado, Morales agradeció el compromiso inquebrantable de las bases cocaleras y destacó que la actual crisis refleja el fracaso rotundo del modelo económico del gobierno de Arce:

"Nuestro país está destrozado, endeudado, sin soberanía ni rumbo. Evo Pueblo es la única alternativa con visión de país. Ni con campaña, ni con represión nos van a derrotar”, sostuvo.

El líder indígena también denunció la violencia estatal ejercida por el actual gobierno: “Se usa el Ejército para amedrentar al pueblo. Lo de Llallagua no fue casual, fue terrorismo de Estado. Nos enfrentamos a una dictadura política que persigue a dirigentes y judicializa la protesta”.

Morales evocó que el cierre de la base militar estadounidense durante su gobierno marcó un antes y un después: “Por eso nos odian. Esta es una lucha histórica entre el indio y el gringo, entre el pueblo que defiende su tierra y los serviles que hoy gobiernan entregando el país”.

También expresó su admiración por las marchas espontáneas de las ollas vacías y por los sectores populares que, sin ser convocados, protestan contra el hambre, el abandono y la represión.

“Yo no convoqué esas marchas, fue el pueblo el que salió a las calles. Eso muestra que el gobierno de Arce ha perdido el rumbo y el respaldo popular”, remarcó.

Finalmente, Morales convocó a una gran concentración el miércoles 25 de junio en Shinahota, asegurando que el estadio se llenará con miles de militantes y sectores sociales “que aún creen en la revolución y que no se venden ni se rinden”.

El ampliado concluyó con una declaración de lucha contra la “tiranía política y la traición”, ratificando a Evo como único líder del proceso de cambio.