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Debido a que el Covid-19 también se puede transmitir desde el cadáver del infectado, el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) recomienda estos cuatro pasos para el traslado, entierro o cremación de los cuerpos. Además, el Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda socializó con la Asociación de Funerarias de La Paz y El Alto una guía del procedimiento.

1. Embolsarlo.  Cuando la persona infectada por el Covid-19 fallece, sea en su domicilio o en un hospital, las personas protegidas con equipos de protección contra el virus deben colocar el cuerpo en una bolsa plástica. Y así trasladarlo al ataúd.

“Lastimosamente las bolsas de cadáveres cuestan más de 30 dólares y no creo que en los hospitales tengan. Entonces se lo pone en esas bolsas plásticas, que venden por metros. Doble”, indicó a este medio el director del IDIF, Andrés Flores.

La “Guía de Procedimientos para el Manejo y Disposición de Cadáveres en casos de COVID-19” señala que no está recomendado retirar ninguna prenda de la víctima de la enfermedad. Flores coincide y añade que no se debe hacer ningún tipo de desinfección al cuerpo. 

"Los cadáveres o restos humanos, deberán inhumarse, incinerarse o embalsamarse entre las doce y cuarenta y ocho horas siguientes a la muerte, salvo excepciones", destaca la guía.

2 . Ataúd sellado. El ataúd para los cuerpos son los usuales, sin embargo deben ser sellados. Flores explicó que se debe usar silicona y tornillos. Además, recomienda añadir otra bolsa para cubrir el ataúd y poder manipularlo con mayor seguridad.

3. Sin velorio. No se debe tener contacto directo con el cadáver. Se debe guardar la distancia como cuando la persona estaba viva.. Esa es la razón por la que no debe haber ritos velatorios. 

“En casos de que los familiares de la víctima soliciten ver el cuerpo, no podrán ser más de dos personas y estar más de cinco minutos y con el equipo de bioseguridad correspondiente” recomienda el Ministerio de Obras Públicas, según una nota de prensa.

4. Entierro o cremación. Ambas son opciones para los fallecidos por coronavirus.  “La Paz, Cochabamba y Santa Cruz deben tener empresas que creman, pero cuesta más de 1.000 bolivianos el servicio. Entonces, hay mucha gente que va a inhumar los cuerpos”, reconoció Flores. Señaló que, según recomendaciones internacionales, la fosa para el entierro debe ser de 2,5 a 3 metros de profundidad.

El Ministerio Público, a través del IDIF, recomienda a las autoridades del Gobierno que preparen un cementerio para víctimas del Covid-19, como lo hacen en otros países. “Dios quiera que no nos sobrepase la mortalidad como en Guayaquil, Ecuador, pero tenemos que estar preparados”, comentó.