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En el departamento de La Paz, varias  poblaciones  enviaron notas o avisos al Servicio Departamental de Salud (Sedes) para rechazar las vacunas anticovid. Ante esta situación, la entidad  realiza un repliegue de los inoculantes para que se puedan utilizar en  otros municipios.

“Hay algunos lugares que han rechazado por escrito. Han enviado notas indicando que no van a aceptar estas vacunas en las diferentes comunidades”, dijo ayer el director del Sedes paceño, Mayber Aparicio.

De acuerdo con la autoridad,  muchas de las vacunas  rechazadas  fueron trasladadas  y ya se utilizan en las urbes.   Explicó que el  repliegue de  las dosis no es tan  simple porque  se enviaron a comunidades alejadas.

Aparicio explicó que  el traslado de las dosis  es complicado porque el personal sanitario debe  resolver  problemas como la distancia, la logística y el transporte. Indicó que no se sigue un tramo directo  y el recorrido pasa por ciudades capitales, municipios y comunidades. 

La autoridad departamental indicó que no tiene la cantidad de los inoculantes rechazados y aclaró que muchas de las dosis están a punto de vencer. Un día antes, Aparicio informó que “están replegando algunas  (dosis)  Johnson & Johnson (J&J)  de las áreas rurales”. “Son al menos unas 500 vacunas”, dijo.

“Hay poblaciones  que sacaron comunicados  (para decir) que  no van a ser vacunadas y no podemos hacer nada al respecto”, agregó el director del Sedes. 

¿Por qué estas comunidades rechazan las vacunas? “Son por situaciones culturales y religiosas, además de comentarios  que vieron en redes sociales (sobre los inoculantes)”,  explicó Freddy Baltazar, coordinador del Área Rural del Sedes paceño. “La tarea es contrarrestar estas creencias contra las dosis”, añadió.

Baltazar dijo que la institución  de salud  “seguirá  con la promoción y la concientización de la vacunación”.  “Volveremos a insistir. Estamos armando  las brigadas para retornar a estas comunidades”, aseguró a Página Siete. Indicó que se insistirá en especial por el posible ingreso de la cuarta ola. 

Hace una semana,  el director del Sedes sostuvo que si las dosis se devuelven, se podrán  utilizar para inmunizar a la  población del área urbana que todavía  busca  vacunas J&J  por ser unidosis.

Ante el anuncio de la existencia de vacunas a punto de caducar, el ministro de Salud, Jeyson Auza, demandó  la semana pasada que estos  fármacos sean devueltos a la entidad  nacional.

“Si tienen la incapacidad  de administrar esas 5.000  vacunas, solicitamos que las puedan  transferir al Ministerio de Salud  para que nosotros, extralimitando  nuestras funciones rectoras,  cumplamos nuevamente las  funciones operativas y coadyuvamos  con la vacunación”, dijo.

El lunes,  el Ministerio de Salud habilitó  la aplicación de la tercera dosis para 2,2 millones de personas que recibieron su segundo componente de la vacuna o la unidosis J&J  hasta el 18 de agosto. El anuncio fue realizado cuando estaban a punto de  caducar al menos 700 mil vacunas AstraZeneca.

Auza informó que hubo pérdidas de vacunas en cuatro regiones. En Tarija fue  de 1.251 dosis; en Pando,  de 1.360; en Santa Cruz, de 100;  y  en Sucre, de 36 vacunas. “Nuestro factor de pérdida es mínimo debido a la ruptura de cadena de frío, porque algún frasco se pudo romper o debido a una  mala manipulación. Pero gracias a los profesionales en salud (...) se optimizó esta situación”, aseguró.

El proceso nacional

Pando, Beni, Potosí y La Paz son los departamentos que mantienen niveles  rezagados en  la cobertura de vacunación  anticovid, según un informe del  Ministerio de Salud.

Los cuatro departamentos  están muy atrasados en comparación con  las  otras regiones que avanzan en más del 50% de inmunización, indicó  ayer el viceministro de Gestión del Sistema Sanitario, Álvaro Terrazas.

“Hemos pasado ya el 61,9% en primeras dosis aplicadas, más de 51% de nuestro objetivo en segundas dosis, pero tenemos departamentos que están en la cola que son Pando, Beni, Potosí y La Paz”, dijo Terrazas.