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Las personas, que, a punto de armas, emboscaron, secuestraron y golpearon a un grupo de periodistas, policías y trabajadores el pasado jueves, dieron la cara en el municipio de Guarayos, para asegurar que no hubo secuestro, que no son vándalos ni criminales, y que todo se trató de un mal entendido.  Sin embargo, los testimonios de las víctimas, así como las imágenes captadas al momento de la emboscada y los equipos y vehículos baleados dejan en evidencia el hecho violento en el predio Las Londras.

Estas personas se reunieron la tarde del viernes con autoridades del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), donde aseguraron que "no hubo un secuestro". No obstante, al menos 17 personas, entre periodistas, policías y trabajadores del predio avasallado quedaron retenidos durante siete horas, tiempo en que fueron golpeados con palos y a patadas, y amedrentados a través de disparos a sus vehículos y equipos.

"En su momento hubo un enfrentamiento, un mal entendido tal vez", dijo uno de los campesinos, recordando que, en días pasadas otras personas, supuestamente enviadas por los empresarios (dueños de los predios), los atacaron con armas de fuego.

"A esas personas que nos metieron bala, nosotros los reconocemos, tenemos sus nombres y sabemos de qué empresa son. Ese fue el motivo de la rabia de los compañeros, tal vez en su momento les dimos un susto, pero no fue secuestro", dijo uno los campesinos.

Otro campesino que participó en la reunió con el INRA señaló que se quiere hacer ver a su sector como un grupo de "vándalos, criminales", lo cual no es cierto. "Somos personas que trabajamos para dar seguridad alimentaria al pueblo", aseguró.

Sin embargo, una imagen de video captada por uno de los periodistas que fue golpeado y tomado como rehén, muestra el accionar violento de los grupos armados. Según el testimonio de los periodistas, durante siete horas fueron amenazados de muertes y golpeados.

En la imagen de video se observa claramente cómo estas personas emboscaron a la comitiva, integrada por periodista, policías y trabajadores, que llegaron hasta el predio Las Londras, ubicado en la provincia Guarayos, para informar sobre la toma ilegal de tierras.

Este hecho generó una ola de críticas hacia el actuar del Gobierno que prometió intervenir de forma implacable contra las personas que retuvieron a los comunicadores.